lunes, 27 de julio de 2009

Según privados, la fuga de capitales complicaría la economía local


La fuga de capitales alcanza los 2 mil millones de dólares por mes y su prolongación podría conducir a Argentina a problemas de balance de pagos y volatilidad cambiaria-financiera en este segundo semestre.

El Gobierno de Cristina Kirchner deberá enfrentar fuertes vencimientos de deuda, mientras el superávit comercial y fiscal seguirán en baja, por lo que las cuentas se complicarían.

Así lo advirtió este domingo la consultora privada Ecolatina, cuyo informe destacó que en los últimos 24 meses el sector privado fugó unos 44.000 millones de moneda estadounidense.

Sin embargo, las cuentas del país podrían oxigenarse con los 2.500 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), y los swaps de moneda acordados con China y Brasil.

La cuenta corriente cambiaria superó los 5.600 millones de dólares en el segundo trimestre, alcanzando el récord de los últimos 15 años, lo cual golpeó en cierta medida las cuentas del Banco Central (BCRA).

Sin embargo, los dólares comerciales "se esfumaron velozmente" por la fuga de capitales que se mantiene "firme" y afecta a la solidez de la economía argentina, indicó el informe.

Desde abril de 2008, el sector privado fuga unos 2.000 millones de dólares por mes, lo cual habría alcanzado los 6.500 millones de esa moneda en el segundo trimestre del año.

En el segundo trimestre la cuenta corriente récord relajó las presiones sobre el Banco Central que dejó de asumir pasivos con el Banco de Basilea, tras un 2008 de fuerte endeudamiento (4.755 millones de dólares).

Además, la brusca caída de las importaciones en los últimos meses financió parte de la fuga de capitales del sector privado y así se evitó que caigan las reservas internacionales.

La salida de dólares tiene efectos "muy dañinos" sobre la economía ya que resta recursos que podrían canalizarse hacia la inversión y el consumo, al tiempo que reduce la base impositiva, afectando negativamente la recaudación.

La desconfianza es el principal motor de la salida de capitales: tanto en la fuga de 2001-2002 (6,4 por ciento del PBI) como en la de 2008-2009 (6,7 del PBI) la confianza de los consumidores se ubicó en niveles mínimos, dijo Ecolatina.

En ese marco, la consultora destacó que, desde el momento en que se exacerbó la salida de capitales privados, las acciones oficiales "atacaron las consecuencias y no las causas".

Aunque las reservas permanecen estables, la fuga tiene impacto sobre las mismas.

Sin considerar las operaciones con Basilea, las reservas actuales se ubican 10,3 por ciento por debajo del nivel de 2007, es decir, unos 4.500 millones de dólares menos.

Si además no se consideran los encajes bancarios en dólares, el nivel actual de reservas es 20,4 por ciento inferior al de 2007, unos 8.586 millones de dólares menos.

En el segundo semestre el saldo comercial será inferior y se concentrará la mayor parte de los vencimientos de deuda pública, unos 5.500 millones de pesos.

Por ello, la prolongación de la fuga de capitales podría conducir a problemas de balance de pagos y volatilidad cambiaria-financiera.

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