sábado, 7 de mayo de 2011

Cómo funciona el novedoso servicio por el cual si usted necesita dinero los bancos salen a su encuentro


Con una tecnología inspirada en las redes sociales, Constancio Larguía, un emprendedor de le época de la "burbuja.com" lanzó un proyecto que trata de solucionar el "desencuentro" entre entidades financieras e individuos solicitantes de créditos

"El banquero es esa persona que te ofrece dinero cuando no lo necesitás", dice el viejo refrán.

Y no es del todo errado: una de las estrategias del marketing financiero que más irritan a los clientes de los bancos es el hecho de recibir llamados telefónicos ofreciendo préstamos personales justo en un momento en el que no se estaba pensando en tomar un crédito.

Y tal fastidio puede ser doble si esos mismos clientes habían sido anteriormente rechazados en una solicitud de crédito, por no cumplir los requisitos necesarios.

Ese desencuentro clásico entre oferta y demanda de dinero es lo que intenta solucionar un ambicioso servicio fue lanzada en la Argentina.

Valiéndose de la tecnología de Internet, con su correlato de velocidad y gratuidad, un grupo de emprendedores pretende darle a cada parte lo que le cuesta encontrar:

• A los bancos, una lista de gente que efectivamente quiere pedir un préstamo y no va a irritarse por recibir ofertas.

• Y a los solicitantes, la posibilidad de estar en un listado que le llegue a todas las entidades financieras, sin tener que molestarse en visitar las sucursales y sufrir largas esperas antes de saber cómo es cada crédito.

Esto se logra gracias a un innovador proyecto, el sitio web "Weemba", que permite la publicación de información de las dos "puntas" del mercado.

Por un lado, individuos y pequeñas empresas "suben" sus solicitudes de crédito.

Y, por otra parte, las entidades tienen acceso a la información de esa clientela demandante para contactarlos, si es que su perfil y su proyecto les resulta interesante, para detallarles las condiciones de su servicio financiero.

No es de extrañar que el cerebro de esta iniciativa sea Constancio Larguía, fundador de Patagon.com, uno de los sitios pioneros de las transacciones electrónicas en la década de los 90.

Hoy, con el aprendizaje obtenido en base a prueba y error durante la etapa de la "burbuja punto com", este aún joven emprendedor vuelve con un servicio con el que espera hacer ruido en el sistema financiero.

Atento a las posibilidades que hoy generan las redes sociales en la Web, Larguía se propuso llenar ese espacio vacío entre bancos ansiosos por captar mas clientes para ubicar sus créditos y demandantes que no tienen buena información, o no consiguen el mejor lugar donde pedir prestado.

En consecuencia, el ex patagon planteó la posibilidad de un espacio virtual que no tuviera costo para los solicitantes y que, al mismo tiempo, supusiera un servicio con valor agregado para los bancos.

Tras un año de análisis sobre el marco jurídico y regulatorio en el que funcionaría esta plataforma, Larguía concretó su proyecto, que ya está funcionando en Argentina y España.

Como en los viejos tiempos de Patagon, recurrió al sistema de rondas de capitalización.

En las tres instancias de "fund raising" en las que participaron inversores argentinos, estadounidenses, españoles, franceses y venezolanos, lleva conseguidos u$s5,6 millones.

Cómo funciona
Los impulsores de Weemba tuvieron claro desde el comienzo que la condición para el éxito del servicio radicaba en la gratuidad total para el tomador del crédito, que no debe abonar comisión alguna por el préstamo obtenido.

De manera que el negocio se solventa sobre la tarifa que pagan los bancos por cada contacto aceptado.

Este cargo varía según la categoría del préstamo solicitado: consta de $200 si está destinado al consumo, de $400 en los créditos hipotecarios y de $500 si se trata de un proyecto productivo.

Cada solicitante de financiación arma el proyecto de préstamo a su medida, dejando constancia en su "ficha" una serie de criterios, tales como finalidad del crédito, objetivos, monto buscado y plazo en que quiere pagarlo.

Es también posible asentar preferencias por sistemas de amortización, garantías, tasa de interés y costo financiero que se está dispuesto a asumir.

Antes o después de publicarlo, el usuario puede eliminar el proyecto o modificarlo cuantas veces quiera.

La plataforma permite a las personas o empresas que buscan créditos armar una especie de carpeta de antecedentes multimediales.

Por ejemplo, se puede adjuntar:

• Un plan en formato PDF,
• Las proyecciones financieras en Excel,
• Cartas de recomendación de clientes o proveedores.

La experiencia de los dadores de préstamos
Los bancos que empezaron a probar el servicio lo ven como una ventanilla nueva, que no entra en colisión con el marketing bancario de sucursales.

"Es más puntual, uno sabe lo que busca y puede configurar el buscador de acuerdo a la política del banco, lo que permite apuntar directo a quienes cumplen con determinados requisitos", indica Andrea Driollet, ejecutiva de Standard Bank que opera en el área de préstamos para individuos.

"Para aquellos casos que considero atractivos, pido autorización a la dirección del banco para poder acceder a los datos personales".

"Y una vez pasada esta instancia, el cierre de la operación no cambia mucho del seguimiento habitual que hago con otros clientes", agrega.

El monto promedio de los créditos cerrados por el Standard, a través de Weemba es de $35.000, y el máximo puede llegar hasta $60.000 en el segmento de individuos.

En su caso, la posibilidad de contactar a clientes fuera del radio geográfico del banco no es un atractivo, dado que la política del Standard es cerrar las operaciones "cara a cara".

Sin embargo, para los bancos pequeños, que no cuentan con una extendida red de sucursales, la nómina de postulantes de Weemba supone la posibilidad de competir en pie de igualdad contactando a potenciales interesados a los que no habría podido captar de otra forma.

De momento, el servicio se perfila como una herramienta más usada por individuos que por empresas.

El balance de la operación argentina
Weemba conectó a 8.800 usuarios y 14 bancos en el país. A un ritmo de agregación diario de entre 120 y 180 usuarios por día.

Se han publicado 2.900 proyectos, que un monto aproximado de $350 millones.

En la Argentina, hay 46 bancos registrados en el Banco Central (BCRA), con capacidad de operar con Weemba.

"Catorce de ellos ya operan con nosotros, que agregados poseen el 70% del negocio crediticio. Nos falta abordar los bancos provinciales", señala Larguía.

"Para fines de 2011, quisiéramos tener todos los bancos operando" con nosotros, agrega.

Manuela Gómez del Río, directora de comunicaciones y contenido de Weemba, indica que la finalidad de crédito más demandada es:

• Consumo, (28%)
• Hipotecarios, (27%)
• Proyectos de inversión pyme, (26%)
• Unificación de deudas, (19%).

"De todas las solicitudes que se publican en Weemba, un 75% reciben el contacto de entidades interesadas en financiarlo" aclara Manuela Gómez del Rio.

"El promedio de contactos es de dos por solicitud, pero hay casos que llegan a recibir propuestas de hasta seis bancos", agrega la ejecutiva.

La mayoría de los usuarios del servicio (un 78%) adjuntan al proyecto su score Veraz Equifax una calificación del riesgo crediticio que puntúa de 1 a 999.

El score promedio de los solicitantes en Weemba es 610 y el 20% de los solicitantes tienen puntajes superiores a 750 puntos.

El sistema está dando recién sus primeros pasos, pero sus impulsores se manifiestan satisfechos.

En un mundo donde la venta electrónica está dejando de ser algo propio de "techies" para transformarse en un hábito masivo, también aparecen síntomas de que el mercado crediticio se entusiasma cada día más con la ola virtual.

f: iprofesional.com

viernes, 6 de mayo de 2011

Invertir ahora con la mira en las urnas: cuáles son los papeles que pueden dar el gran "zarpazo"


Los brokers de la city porteña guardan algunas diferencias importantes con sus colegas del resto del mundo.

Una de ellas, es el hecho de que para tomar decisiones en su día a día, el accionar del Gobierno en materia política y económica cobra un protagonismo mucho mayor a la hora de decidir cuestiones financieras.

Es que en un país donde el intervencionismo estatal muestra una vocación creciente, los factores que terminan influyendo sobre el precio de acciones y bonos ya no dependen tanto de la productividad de las compañías, sino de las cuestiones que finalmente se resuelven en los despachos de los funcionarios.

La historia reciente es pródiga en ejemplos de cómo, en momentos de "ruido político", se intensifica la incertidumbre sobre el devenir de los papeles argentinos.

Ocurrió durante la renegociación de la deuda en default, también en el conflicto entre el Gobierno y el campo y luego con la expulsión de Martín Redrado del Banco Central.

Sin embargo, es posible que el movimiento más fuerte del mercado, vinculado a causas meramente políticas, esté aún por definirse.

Es que la cuenta regresiva para la fecha de los comicios ya comenzó. Y en estos escasos ocho meses que restan para las elecciones presidenciales existe la presunción de que haya una explosión en el valor de algunos papeles.

En particular, si se diera el hecho de que la oposición pudiera llegar a ganar, o bien que el oficialismo se alce con la victoria y decida hacer un "cambio de aire", necesario para afrontar otros cuatro años de gestión.

Los inversores propensos a tomar riesgo, ¿están apostando a un cambio abrupto del actual modelo económico? Nada de eso.

Simplemente, ponen sus fichas al hecho de que cualquiera que asuma el poder decida avanzar en una cuestión que se ha ido postergando por los vaivenes políticos: sincerar, al menos de manera gradual, las estadísticas oficiales.

Esto, ni más ni menos, produciría un notable repunte del CER, índice creado en 2002.

¿Qué es el CER? Es un "Coeficiente de Estabilización de Referencia". Se construye en base a un cálculo efectuado sobre la variación de precios al consumidor (IPC). Ambos se mueven de forma análoga, si uno sube, también lo hace el otro.

Cabe resaltar que apuntalar tal sinceramiento es uno de los caballitos de batalla de los opositores.

Pero, más allá de ello, la pregunta que circula por los pasillos de la city porteña es si el oficialismo - de alzarse con la victoria - puede gobernar cuatro años más sin dar ese trascendental paso.

Sucede que el contexto internacional puede no presentarse tan favorable para mantener indefinidamente el actual "eslogan" de "vivir con lo nuestro", en referencia a la lejanía que el país tiene de los mercados internacionales de crédito.

Mirando las urnas con el bolsillo
En este escenario post-electoral, esto haría que todos aquellos bonos cuyos rendimientos crecen cuanto mayor es el CER tendrían un súbito incremento en su cotización.

Es que en estos papeles, su actual valor refleja un rendimiento acorde a un indicador que, por ahora, luce subestimado por los cálculos del INDEC.

De manera que, en estos días, se está empezando a insinuar en la city un "nuevo deporte" para aquellos amantes de la adrenalina: formar un portafolio de títulos que, hoy por hoy, exhiben rendimientos deprimidos por las estadísticas oficiales.

Por consiguiente, tienen en su haber un alto potencial para dar "el gran salto", si las próximas autoridades llegaran a sincerar la inflación.

"Se está empezando a ver un movimiento hacia esos títulos. Cuando los clientes nos consultan sobre si los bonos que ajustan por CER van a dar un salto, solemos dar un punto de vista moderado. Pero aún así el mercado siempre hace especulaciones en situaciones como estas", señala Jackie Maubré, analista jefe de la firma de inversión bursátil Cohen.

Quienes sí deciden poner sus fichas apostando a un renovado escenario post-electoral lo hacen porque toman en cuenta cómo, en cada ocasión en las que circularon rumores sobre un sinceramiento de la inflación, los precios de los títulos se dispararon.

Sobre este punto, Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, recuerda que la llegada del FMI para asesorar al organismo dio lugar a importantes variaciones en las cotizaciones.

Por ahora, los títulos están agazapados a la espera de una señal.

"El Discount en pesos había trepado más de un 80%. En julio se encontraba debajo de los $100 y llegó a valer $180 en diciembre", destaca la analista.

"El Bogar, un bono más corto, subió hasta los $244 a finales de año. Es decir, un 62% en apenas cinco meses. Su cotización era de $150 en julio", afirma Dal Poggeto.


"Claro que luego volvieron a bajar. Es lo que ocurre cuando el mercado primero se entusiasma y luego de desilusiona", recuerda.



¿Qué potencial tienen de suba?
La utilización del CER, que se aplica a los bonos en pesos, fue originalmente una herramienta pensada como un "seguro contra la depreciación".


Al variar en línea con la inflación minorista, el inversor contaba con la garantía de que nunca el rendimiento iba a ser "licuado" por un mal manejo de la política económica.

Cabe destacar que un título estándar está compuesto por capital e intereses. Estos últimos son calculados a partir del (capital) residual, es decir, de la porción de éste aún no devuelta.

Y ese saldo es ajustado conforme al índice CER, 10 días hábiles anteriores a la fecha de pago de dichos intereses.

¿Cómo se calcula el valor presente de un bono? Se traen al día de hoy todos los ingresos que generará a futuro ese título descontándolos - para ello - a una determinada tasa de interés (Tasa de Retorno o TIR).

Pero, desde la intervención del INDEC a comienzos de 2007- y tras la polémica generada en relación a su veracidad - los precios han sufrido una depresión.

Y esto es así porque el mercado cree que no pagan todo lo que deberían, habida cuenta de la brecha existente entre la inflación "oficial" y la que los analistas privados estiman como real.

En buen romance, los compromisos de cancelación se ajustan tomando como parámetro una tasa inferior a la que realmente correspondería.

El impacto de sincerarse
De avanzar por este camino, la eventual mejora de las estadísticas impactará en dos direcciones.

En primer lugar, el capital sobre el cual se calculan los intereses será mayor.

En consecuencia, si los montos futuros a recibir son superiores, el valor actual que exhibe estos papeles escalarán.

En segundo término, los inversores aplican una tasa de descuento, según cómo se comporta el Gobierno de un país, sus indicadores económicos y en qué contexto mundial se desenvuelve, entre tantos otros factores.

De manera que, si se regularizara el funcionamiento del organismo oficial de estadística, el "establishment" financiero considerará esta situación como una buena noticia. Y el Ejecutivo estará en condiciones de exigir una menor tasa de interés por su deuda.

Pero hay más. Porque existe otro aspecto de la política económica que presumiblemente cambiaría transcurrido el momento de las urnas y que tendría un impacto relevante en los títulos que ajustan por CER.

Y tiene que ver con la aceleración de la tasa devaluatoria.

Es decir, "quitarle el ancla" al billete verde para que éste se pare en un escalón superior frente al peso, para prevenir así el "atraso cambiario".

También, la inevitable y gradual suba de las tarifas de los servicios públicos.

Ambas medidas implicarían, en el corto plazo, un impacto inflacionario que vería su correlato en los bonos que ajustan por CER.

Así las cosas, surge la pregunta del millón: ¿de qué magnitud de suba se habla?

Algunos analistas, pese a las dificultades de hacer pronósticos en un contexto inestable, se animan a dar cifras sobre cuánto podrían repuntar los títulos respecto de su precio actual.

Patricia Premrou, experta en bonos de Porfolio Personal, cree que, en el caso de un papel como el Bogar, el incremento llegaría hasta un 30 por ciento.

En tanto, Leonardo Bazzi, analista de Puente Hermanos, también pronostica una variación fuerte: "Dependerá de cuántos pagos tenga pendiente cada bono, pero en un cálculo a primera vista, no sería raro que haya papeles que puedan experimentar un alza superior al 15 por ciento en el día".


El posible salto en las cotizaciones de estos bonos será más grande cuanto más profundo sea el cambio político tras las elecciones. Lo cierto es que hoy los analistas, cuando sus clientes les consultan sobre la posibilidad de ganar con un "nuevo CER" advierten que la jugada tiene sus riesgos.

Quien haga la apuesta tienen que saber que está poniendo sus fichas a un cambio de contexto político.

Es decir, para los que deciden apostar a un escenario en el que país avance en resolver algunas cuestiones pendientes ("alguna vez tendrá que hacerlo", razonaba un operador de la city), los bonos ajustables están en condiciones de dibujarle una sonrisa en la cara.

Claro que, como en toda inversión, para que la apuesta salga bien es fundamental un buen "timing". En un contexto electoral esto significa que no tiene sentido esperar al resultado de las votaciones para recién ahí entrar al mercado.

Como señala un trader: "El precio actual de los bonos no está considerando un pleno sinceramiento del CER. O sea que para quien crea que ese cambio sí se va a producir, el momento de comprar es ahora".

F:iprofesional.com

jueves, 5 de mayo de 2011

“Hagan algo para frenar la suba del real”, gritan los industriales en Brasil: hay alerta en Argentina


Posiblemente el ex presidente Lula extrañe aquellos "años dorados" en los que lograra colocar a su país en la vidriera del mundo.

También es muy probable que no envidie en absoluto los dolores de cabeza que le están ocasionando a su sucesora, Dilma Rouseff, dos temas vitales para el presente y el futuro de Brasil.
Uno de ellos es el "super real", que se fortaleció frente al dólar y ya tocó el registro más alto desde 1999.
El otro es la inflación, que está avanzando más allá de lo deseado por su equipo económico.

Dos cuestiones muy difíciles de corregir, ya que de acuerdo a como está planteada la actual política monetaria y cambiaria, cualquier decisión que se aplique para enfrentar uno de esos problemas, incidirá negativamente sobre el otro. (Ver nota, ¿Callejón sin salida?: El "dilema de Dilma" que preocupa a los empresarios argentinos )

Así, por ejemplo, cuando el Ministro de Economía decidió incrementar la tasa de interés de 11,75% al 12% para desalentar el consumo y, en consecuencia, tratar de frenar el aumento de precios, tal decisión no hizo más que alentar un mayor ingreso de capitales, con el consecuente efecto negativo sobre el tipo de cambio.

En buen romance, entraron más dólares para aprovechar este repunte y esa mayor oferta no hizo más que darle un nuevo impulso alcista al real, ante la abundancia de billetes verdes.

Una mirada de largo plazo, para entender la actual situación
El siguiente gráfico es más que elocuente, a la hora de observar cómo se apreció la moneda brasileña.

Tal es así que en enero de 2009 se necesitaban 2,4 reales para compar un dólar. Ahora se requiere de "apenas" 1,6 (un 33% menos).

Tal cifra de 1,6 es similar a la registrada en julio de 2008. Vale decir que la cotización actual resulta similar a la de los días previos en los que se desatara la crisis financiera global.

En aquel momento, la abrupta salida de divisas que debió soportar el vecino país, hizo que - en pocas semanas - el tipo de cambio se depreciara nada menos que un 58%.

Luego, cuando se calmaron las aguas, ese nivel quedó como un mínimo temporal, pues la moneda retomó su senda revaluatoria.

Si se recorre el camino inverso, entre los 2,5 reales (octubre 2008) y el precio actual, la apreciación es casi de un 40%.

Para encontrar una cotización similar a la hoy vigente, hay que remontarse a los primeros días de 1999, cuando el gobierno de aquél entonces dispuso liberar el tipo de cambio.

Haciendo un poco de historia cabe recordar que, en noviembre de 1998, la situación económica de Brasil era extremadamente complicada, ante lo cual solicitó un paquete de ayuda al FMI que, lejos de calmar las aguas, fogoneó la salida de capitales.

Como consecuencia de ello, a mediados de enero de 1999, el Gobierno anunció la ampliación de la banda de flotación cambiaria y la posterior liberación del mercado.

Así las cosas, en octubre de 2003 llegaron a necesitarse 4 reales para poder adquirir un dólar.

Un Gobierno con pocas opciones
La apreciación del real brasileño es un factor de suma preocupación, afirmó recientemente el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre.

"El Gobierno debe actuar de manera enérgica para evitar males mayores", sentenció.

Para Agustín Cramo, analista de mercados internacionales, "los funcionarios no tienen demasiadas opciones de corto plazo para debilitar una de las divisas más sobrevaloradas del mundo".

Funcionarios de ese país deslizaron que la Presidenta tolerará, al menos por ahora, un dólar rondando la "barrera psicológica" de los 1,6 reales.

Pero la cuestión es que la moneda sigue fortaleciéndose y es por eso que son cada vez más los analistas internacionales que afirman que las autoridades, más temprano que tarde, reaccionarán para reorientar el rumbo de la divisa.

A esto se suma la presión de los empresarios brasileños y el fuerte "lobby paulista", que se quejan porque una divisa tan fortalecida los complica a la hora de colocar sus productos al mundo.

Anteriormente, se había intentado defender una cotización de 1,65 reales por dólar.

Y para que no siga apreciándose, se aplicaron diversas medidas, tales como impuestos a las compras de bonos por parte de extranjeros, entre otras.

Pero todas fracasaron, pues el ingreso de divisas no cesó sino que, por el contrario, se incrementó.

Consecuencias
"El fortalecimiento de la moneda brasileña ya genera problemas en la industria de ese país. Si bien logró recuperarse en 2010, la dinámica del último quinquenio es inferior a la del principio de la década pasada", afirmaron desde la consultora Ecolatina.

"Hoy las luces amarillas, se encienden tanto por el frente inflacionario como por la situación cambiaria. Esto obligará a la Presidenta a realizar algunos ajustes", agregaron desde la consultora dirigida por Marco Lavagna y Santiago Paz.

"Si la inflación continúa trepando, el Gobierno se verá obligado a tomar medidas más duras, que enfriarán la demanda de productos argentinos por parte de nuestro principal socio", destacaron.

Un trabajo de The Economist Intelligence Unit (EIU) indicó que "la apreciación del tipo de cambio comenzará a afectar la actividad económica por una menor demanda de sus exportaciones, al mermar su competitividad".

Incluso, desde el propio FMI, surgieron algunas voces más que calificadas que, haciéndose eco del problema que suscita la fortaleza de la moneda, dijeron estar de acuerdo en aplicar fuertes controles al ingreso de capitales como una forma de enfriar el "super real".

Crece la disputa en el seno del propio Gobierno
El rally ascendente de la divisa abrió una gran fisura dentro del propio Gobierno, dado que algunos ministros y funcionarios piden medidas más firmes para frenar al real y proteger así a la industria.

La mayoría de los partidarios de esta metodología tienen vínculos con el poderoso sector industrial de San Pablo, que también ha incrementado su presión en los últimos días.

"No sé qué estamos esperando", exclamó uno de los funcionarios a la agencia Reuters.

En tal sentido, el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, sostuvo que "la desvalorización del dólar nos juega en contra para aumentar las exportaciones".

En esta puja, dos funcionarios clave de la actual administración se alistan entre los que más presionan a la Presidenta para que avance, de manera enérgica e inmediata, en implementar medidas para contener la suba de la moneda.

Se trata nada menos que del ministro de Hacienda, Guido Mantega, y de Luciano Coutinho, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

Este último le pidió a Rousseff que el Gobierno imponga tributos que castiguen la entrada de capitales.

"Debemos hacer mucho más para tratar de cambiar el rumbo. Porque la apreciación terminará impactando en la economía", exclamó.

"Todos saben que la cotización se encamina a 1,50. A menos que hagamos algo para detenerlo. Las consecuencias de tener una supermoneda como esa serían terribles", concluyó el CEO del BNDES.

Con sus palabras, el banquero respondió a la inquietud de los empresarios paulistas, quienes son los más afectados por la actual situación.

Sus reclamos son especialmente escuchados en Brasilia, pues son una importante base política del gabinete de Dilma Rousseff.

Sobre el particular, Robson Andrade, presidente de la Confederación Nacional de la Industria de Brasil, consideró que en "el combate contra la inflación no se pueden retrasar medidas sobre el tipo de cambio".

También sostuvo que "éste es un problema que se puede resolver a corto plazo. La presidenta Dilma está plenamente de acuerdo y cree que tenemos que hacerlo de manera rápida y eficiente".

Andrade argumentó que la "urgencia" del sector industrial se debe a que la actual cotización se sitúa en el valor más bajo frente al dólar desde julio de 2008.

Alternativas
Entre las alternativas disponibles para Rousseff se encuentra la aplicación de mayores impuestos sobre las compras de bonos por parte de extranjeros o bien una denominada "cuarentena", es decir, forzar a los extranjeros a conservar sus inversiones en Brasil durante un período determinado, junto a otras medidas.

Ante el tenor de los acontecimientos, algunos experimentados analistas temen que las tensiones puedan provocar una sobrerreacción por parte de las autoridades.

El economista Gray Newman, de Morgan Stanley, dijo en una reciente nota a sus clientes que el real podría aproximarse al nivel de 1,50 unidades por dólar en el corto plazo.

Como consecuencia de esto, sostuvo Newman, "la industria podría perder muchos empleos, lo que a su vez podría conducir a medidas que debiliten la moneda dramática y rápidamente".

Para el economista Luis Palma Cané, "implementaciones tibias, como las que se vienen aplicando desde hace varios meses, no sirven para nada. La magnitud del impuesto debería ser lo suficientemente elevada para desalentar - aunque sea en parte - el monumental ingreso actual de divisas".

El impacto en el mercado local
"Lo preocupante para los exportadores argentinos es que, en algún momento, el Gobierno brasileño se vea obligado a aplicar fuertes restricciones, de cumplimiento efectivo, que podrían llegar hasta alguna forma de ‘corralito" para los capitales foráneos", sostuvo Cramo.

"Esta sería una pésima noticia, pues abre la posibilidad de que se produzca un fogonazo como el del año 2008, cuando en pocas semanas se fugaron varios miles de millones de dólares y el real terminó derrumbándose hasta los 2,5 por dólar".

Esa explosión también deja otra enseñanza: "Nadie debe olvidarse que, más allá de las medidas que pueda tomar Dilma, existe un mundo en el que pasan cosas. En tal sentido, la aparición de algún factor que limite el apetito por el riesgo podría volver a poner a prueba al real, como ocurriera en ese momento", sostuvo Gabriel Holand, CEO de HRGlobal.

"En definitiva, cuánto más tiempo transcurra, mayor podría ser la reacción, lo cual podría ser el punto final de un ciclo más que favorable para la economía argentina, en su relación cambiaria con el vecino país", concluyó Cramo.

F: iprofesionel.com

miércoles, 4 de mayo de 2011

El dólar paralelo: cómo es "la cocina" de un negocio que revivió al calor de los controles oficiales


Desde hace un tiempo a esta parte, se hizo habitual leer sobre las compras de dólares que se realizan por fuera del mercado libre de cambios.

Este circuito, que se mueve en forma paralela al de los bancos y casas de cambio, tiene múltiples nombres.

El más común es el llamado "Blue", "Marginal" o "Paralelo".

Pero, ¿cómo opera realmente? Y, principalmente, ¿por qué existe y cuáles son las razones para que su volumen haya crecido, nada más y nada menos, que un 40% en lo que va del año?

Para entender al mercado paralelo hay que conocer quiénes son sus protagonistas. Es decir, los "arbolitos" y las llamadas "cuevas".

Los primeros son individuos que, en la calle, se ocupan de transformar los pesos, reales y euros de los particulares en dólares, según la necesidad del cliente.

Las "cuevas", a su vez, son los lugares donde se llevan a cabo estas transacciones.

La cotización en el mercado "blue" es siempre mayor a la que exhiben las pizarras de bancos y casas de cambio.

De alguna manera, indica el sobreprecio que está dispuesto a pagar el sector privado por hacerse de billetes pero de manera anónima.

Hoy está casi un 5% por encima del oficial: mientras que en uno se vende a $4.10, en el paralelo debe pagarse un valor que oscila en una franja que va entre los $4,25 y los $4,30.

La reciente proliferación de "cuevas" y "arbolitos" ha hecho que, en la actualidad, se torne relativamente sencillo adquirir dólares en la city porteña por fuera de los controles oficiales, cada vez más intensos.

¿Cómo se fija el precio?
Al revés del dólar que se negocia en las casas de cambio y bancos de todo el país, en el que la transparencia viene a ser la principal "virtud" (pues todos pueden saber el precio consultando simplemente las pizarras), en este segmento la determinación de su cotización es "más artesanal".

En tal sentido, quien toma una operación de compra, a pedido de un cliente, lo que hace básicamente es consultar vía telefónica a quien es su proveedor de divisas "blue".

Este, en base a la mayor o menor demanda de ese día, le da el valor de mercado.

El principal volumen lo concentran las llamadas "líneas directas" que, por lo general, en un extremo encuentra a los corredores de cambio (en la práctica son los que establecen las pautas del mercado).

A partir de un valor de referencia, el resto de los operadores fijan sus cotizaciones, agregando una comisión que suele rondar los 0,10 centavos por dólar.

¿Quiénes "asustan" con los controles?
Cuando se compra más de u$s 1.000 en una casa de cambio, es obligatorio llenar un formulario indicando tanto el destino que se le dará a ese dinero, como así también el origen de los fondos.

Hay algunas firmas que limitan las compras mensuales a u$s3.000 por individuo.

En el caso de las empresas, mas allá de mostrar las justificaciones correspondientes, "si la transacción es por un monto importante no es de extrañar que se reciba algún llamado oficial exigiendo explicaciones", afirma un operador bancario.

En tal sentido, tiempo atrás, el controvertido ex ministro, Domingo Cavallo, había disparado una frase que generó todo tipo de polémicas: "Cuando retorne el interés del público por el dólar, es altamente probable que el Gobierno intente restringir las compras, ante lo cual se recrearía un mercado paralelo, de características similares al de los años '80".

¿Existe alguna alternativa para que este mercado se diluya? Para el ex ministro, la única alternativa para que esto se dé es "eliminar totalmente los controles".

"La libertad cambiaria es aquello que hará que desaparezca", explica Cavallo.

Ahora bien, ¿cuáles son las entidades que posan su mirada en las operaciones de compraventa? Básicamente la AFIP, el Banco Central y también la UIF (Unidad de Información Financiera).

En relación a esta última su titular, José Sbatella, ya había señalado en una entrevista con iProfesional.com el objetivo principal de la entidad: "Aspiramos a que el Banco Central continúe con la fiscalización de los sujetos que se encuentran bancarizados".

"El objetivo es lograr que, por un lado, el Central pueda penar a los infractores con las sanciones que establece la Ley Penal Cambiaria. Pero, al mismo tiempo, que sean aplicadas las sanciones establecidas en la Ley Antilavado", destacó.

F : iProfesional.com

La Argentina crece más que otros países y gana la carrera, pero advierten que corre la pista al revés


Los competidores están en la línea de largada.

La carrera en la cual participan los países emergentes -que deben administrar la riqueza por el boom de las materias primas, hacer frente a presiones en sus monedas y luchar contra la inflación-, está a punto de comenzar.

Finalmente, cuando se escucha la voz de largada, los "corredores" salen disparados y avanzan con dirección firme y hacia una meta concreta: la del crecimiento de la economía pero no "a cualquier precio".

Con ese objetivo claro, todos ellos encaran hacia delante. Todos, menos uno: la Argentina, que busca llegar a la meta del crecimiento pero a contramano del resto.

Dicho en buen romance, compite pero "corriendo hacia el otro lado".

La dirección contraria que está tomando la administración kirchnerista respecto de otros gobiernos de la región es notable: por un lado, mientras el mundo es testigo de la debilidad del dólar y los países emergentes reciben una avalancha de billetes, en la Argentina, los funcionarios parecen estar "contando las monedas" y cerrando las importaciones de heladeras, autos y hasta de fideos para sostener la caja verde y llegar a cubrir las necesidades de divisas.

Paralelamente, mientras que países como Brasil, Chile y Uruguay están haciendo esfuerzos titánicos para evitar que sus monedas se sigan apreciando y sus industriales ya están poniendo el grito en el cielo porque se les hace más difícil competir en el mundo, en la Argentina, el Banco Central parecería estar manejando el tipo de cambio a su antojo.

Por otra parte, en un contexto en el que los gobiernos vecinos le declararon la guerra a la inflación y se ponen "nerviosos" por una tasa del 7%, en estas tierras se está por cuadruplicar esa cifra y, sin embargo, la locomotora avanza a todo vapor. Y se hace todo para que siga en esa dirección.

¿Hacia delante o hacia atrás?
Mirando los fríos números se observa que todas las economías de la región están en franco crecimiento. En el plano industrial, incluso, la Argentina se dará el gusto de liderar las subas, con un alza del 6%, por encima de países como Brasil o Chile.

En definitiva, parecería ser que, corriendo hacia "delante", o hacia "atrás", todos los países llegarán a la misma meta.

Sin embargo, para los expertos, si bien la "línea de llegada" parece similar, las consecuencias para los "competidores" no lo son.

"La verdad es que la Argentina está a contramano y aplicando una estrategia totalmente diferente. Esto nos permitió crecer por encima de otros países e, incluso, lo hicimos uno o dos puntitos más que si hubiésemos aplicado una política similar a la de la región. Pero, la contraparte de todo esto es que terminamos por incubar un gran problema a futuro, que es la inflación", disparó Eric Ritondale, economista de la consultora Econviews.

La gran diferencia: el tipo de cambio
Desde la consultora Ecolatina destacaron que "la abundante liquidez mundial y las bajas tasas de interés en los países desarrollados, sumado al fuerte crecimiento de los emergentes crean un contexto muy favorable para la entrada de capitales en los países de América Latina".

Si bien el ingreso de divisas en la economía es algo positivo, también provoca una apreciación de las monedas locales, restando competitividad a todas las economías.

Ante esta situación, los países vecinos vienen implementando una serie de acciones con el fin de evitar dicha revalorización. Sin embargo, todos los esfuerzos parecen inútiles.

El gobierno uruguayo, por ejemplo, viene impulsando una serie de medidas para frenar la caída del dólar y, sin embargo, no lo ha podido lograr. Tal es así que la moneda del vecino país se encuentra en su nivel más alto desde 2002.

Por su parte, el peso chileno acaba de alcanzar su valor más alto en tres años, rompiendo, incluso, el nivel que tenía en enero, cuando el Gobierno de Sebastián Piñera lanzó un plan de intervención cambiaria. Es decir, otro caso en el que las medidas están fracasando.

Lo mismo sucede en Brasil: el Banco Central compra hasta u$s1.800 millones por día, reforzó tres veces en lo que va del año su plan para contener el ingreso de capitales y, a pesar de todos estos titánicos esfuerzos, el real está cotizando cerca de los niveles máximos en 12 años.

¿Qué sucede en la Argentina? Todo lo contrario. Para los expertos, el Banco Central da muestras de que está administrando el tipo de cambio "a gusto y piacere".

En efecto: mientras otros países no sólo no logran devaluar, sino que no pueden hacer nada para evitar una apreciación, el Gobierno K se da el "lujo" de deslizar el tipo de cambio hasta los $4,10 de manera premeditada, para aprovechar este momento de tranquilidad cambiaria antes de las elecciones. Es decir, planifica en momentos en que nadie parecería poder hacerlo.

Incluso, días atrás, la entidad presidida por Mercedes Marcó del Pont tuvo que salir a vender u$s80 millones para frenar una mayor suba del dólar, algo que sería impensado en otros países.

¿Qué es lo que diferencia a la Argentina de la región? O, dicho de otra manera, ¿por qué ellos "no pueden" controlar su moneda y acá sí se hace?

Para los expertos, el principal factor que pone a la Argentina "a contramano" de la región tiene que ver, justamente, con el manejo de la inflación. Es decir, qué nivel de alzas de precios cada Gobierno está decidido a soportar en pos de un crecimiento de la economía.

Al respecto, Marina Dal Poggetto, economista del Estudio Bein, destacó: "Nuestro país apostó a una estrategia totalmente distinta. En un mundo donde el dólar se devalúa, la Argentina también fue depreciando su moneda. Y esto lo logró con un Banco Central interviniendo fuertemente, emitiendo pesos".

En la misma línea, para Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora Abeceb, aseguró que "si la Argentina hoy se permite leves depreciaciones es porque tiene el foco puesto en algo distinto que el resto. En la economía, muchas veces, cuando uno toca una variable no puede manejar las otras. Esto fue lo que ocurrió acá: el objetivo del Banco Central fue administrar el tipo de cambio a su antojo pero dejó de lado la inflación".

Por su parte, Ritondale coincidió en que "mientras que en otros países los gobiernos intervinieron poco en el mercado cambiario, en la Argentina pasó lo contrario y fue el más agresivo de todos".

¿Cuál es el otro factor que lo explica? Ritondale señaló que esta política de ir "a contramano" está vinculada con que en la Argentina opera una psicología muy distinta entre los ahorristas: "Acá genera miedo que el dólar flote libremente, los inversores se ponen nerviosos y por eso se prioriza mucho la estabilidad cambiaria".

En definitiva, para los expertos, que aquí suba la cotización del billete verde, mientras que en otros países ocurre lo contrario en términos nominales, no se debe a que la Argentina está "tocada por la varita", sino que todo es una cuestión de elección del Ejecutivo.

¿Por qué? Porque el Gobierno K eligió el camino de crecer a tasas chinas pero a costa de pagar por ello una alta inflación y abundante lluvia de billetes (expansión monetaria), en un contexto en el que la inversión no resultó suficiente como para apuntalar el boom de consumo.

Al respecto, para Lamothe "Brasil tranquilamente podría copiar a la Argentina", es decir, emitir una tonelada de reales y comprar dólares infinitamente y devaluar a su antojo. Sin embargo, Rousseff nunca lo haría porque "ni se le pasa por la cabeza tener una inflación de dos dígitos. Es decir, no prioriza el tipo de cambio competitivo, sino mantener a raya la suba de precios".

Paolo Rocca: "Si hay un clima de negocios hostil para las empresas, todos los activos del país irán perdiendo valor"


El titular de la Organización Techint, recibió en Pittsburgh el Premio Productor de Acero del Año de la mano de William Breedlove, presidente de la Asociación de Tecnologías del Hierro y Acero

En medio del conflicto entre el gobierno de Cristina Kirchner y el Grupo Techint, su máximo accionista, el empresario Paolo Rocca, respondió las preguntas de El Cronista y periodistas de otros cuatro medios que cubrieron en Houston la Off Shore Technology Conference, un encuentro de empresas dedicadas a proveer tecnológicamente a las grandes petroleras del planeta. La disputa judicial con la ANSeS fue el eje de la entrevista, donde el empresario más importante de la Argentina también habló de la crisis económica global, de las perspectivas del país y del futuro de sus empresas.
– ¿Las empresas del Grupo Techint lograron recuperarse de la crisis mundial de 2008?
– En el peor momento de la crisis nosotros llegamos al 40% respecto de la cuota de producción más alta del 2008. Esto había sido una caída muy grande. Lo vimos en Italia y un poco en todo el sistema, menos en la planta de la Argentina porque es la más eficiente del sistema. En Estados Unidos llegamos casi al 20% de la producción en el peor cuarto de 2009. Ahora estamos alrededor del 80%. Yo creo que gradualmente vamos a recuperarnos en el transcurso de 2011.
– ¿Y cómo ve estas señales de recuperación en países emergentes como la Argentina?
– El baricentro del crecimiento, de la actividad en infraestructura, en construcciones, en energía también se ha ido moviendo hacia los países emergentes. Y EE.UU., Japón y Europa han sufrido una caída que todavía está lejos de recuperarse. Yo creo que en 2012 todavía no se recuperarán los niveles de demanda de 2007. En los países emergentes, mientras tanto, ya estamos muy por encima.
– ¿Cómo está viendo la economía argentina? ¿Le parece que es sostenible con este tipo de cambio y el nivel actual de inflación?
– Me parece que la economía argentina tiene el viento a favor en términos de intercambio. Ha tenido un crecimiento importante a lo largo de toda la década. Ahora se están viendo señales, como la inflación o un superávit público que está pasando a ser deficitario y que va a ser necesario controlar a lo largo de los próximos años para poder mantener una senda de crecimiento sostenible.
– ¿Lo preocupan esas señales?
– Sí, obviamente, porque en definitiva el tema de poder mantener un crecimiento sostenido a lo largo del tiempo es vital para poder favorecer el desarrollo de empresas y de negocios, a largo plazo y sin el trastorno coyuntural, que en definitiva frenan la inversión. Entonces, la estabilidad del crecimiento es importante aún posiblemente a tasas menores de las que tuvimos en la primera parte de la década.
– Desde el Gobierno dicen que eso es enfriar la economía.
– Bueno, yo no creo que sea enfriar la economía. Creo que es necesario apostar a un crecimiento sostenido a tasas positivas importantes, pero asegurarlo por el largo plazo. Esto me parece muy importante para favorecer los flujos de inversión.
– ¿Qué responsabilidad o papel tienen, a su juicio, el Gobierno y los sindicatos en los trastornos por el déficit o la inflación?
– Primero de todo, me parece que sin duda la función fundamental del gremio es organizar la situación obrera, ayudar a arbitrar entre intereses. Esto hay que reconocerlo. Por otro lado, también me parece importante en un contexto de crecimiento acelerado que haya una cierta cautela por parte de los sindicatos en los pedidos salariales, para que todo esto sea compatible con un proceso de crecimiento sostenido.
– ¿Cómo describiría su relación actual con el Gobierno?
– (Se ríe...) Mire, yo creo que nosotros siempre reconocimos la acción del Gobierno entre 2000 y 2010, y la capacidad de llevar a un país a una senda de crecimiento. También del diálogo que mantenemos con el Gobierno para que le dé importancia a la estabilidad de las reglas del juego. Cuando hablamos de seguridad jurídica, de la estabilidad de las reglas del juego, hablamos de factores que son muy importantes para lograr que las empresas se comprometan en su negocio, inviertan, amplíen su capacidad, inviertan en activos fijos, en capital de trabajo, en productos de investigación y desarrollo. Y que también inviertan en posicionamiento global.
– Pero el diálogo con el Gobierno está cortado en la discusión por la presencia de la ANSeS en el directorio.
– En este caso específico, que es el caso de Siderar, lo único que nosotros decidimos es cuestionar el cambio de lo que fue la ley de nacionalización de las AFJP, aprobada en noviembre de 2008 y que contenía un punto muy importante, que a mi juicio fue esencial para que fuera aprobada en el Parlamento. Este punto era el límite a la capacidad de voto por parte de la ANSeS, que se hacía cargo de toda la inversión de las AFJP al 5%. Esto nos parece que es un tema de tal relevancia que de alguna forma debería haber sido modificado por el Parlamento más que por un DNU. Nosotros lo que hicimos fue pedir a la Justicia sobre la legitimidad y la validez de un DNU que modifica un aspecto muy relevante de la ley. De esto surgió un conflicto, que a mi juicio es exagerado. De cualquier forma, esperamos que todo esto se resuelva en el marco del diálogo. Por el momento, pudimos conformar la extensión del dividendo, que había sido cuestionada por la ANSeS, pero que había sido aprobada por la participación que teníamos en el directorio. Y creo que lo vamos a distribuir el viernes 6 de mayo en el monto y en los términos que había sido planteado.
– Respecto de este DNU, el Gobierno ha tenido una posición de negociar con las empresas. Pareciera que el único problema es con ustedes.
– Bueno, no sé cuál ha sido la relación con las otras empresas. Nosotros decimos que está dentro de un derecho de la sociedad presentar el reclamo a la Justicia para que se exprese. El límite del 5% estaba para mantener la acción del Estado dentro de un marco acotado y fue un factor esencial de la ley. Me parece muy legítimo preguntar a la Justicia, dejando en claro la absoluta voluntad de acatar su dictamen. Vamos a acatar lo que la Justicia diga y a respetar rígidamente la ley. Dicho esto, no me siento en este momento en una situación de conflicto con el Gobierno.
– ¿Si se allana el conflicto, tienen problemas con la persona designada por la ANSeS para ocupar el directorio?
– No hay razones para discutir la persona que la ANSeS designe. Y, en el caso de que los jueces no den lugar a nuestra cautelar para que suspendan la legitimidad del decreto, ahí nosotros actuaremos en línea con lo que diga el decreto. Y en la evaluación del candidato de la ANSeS podemos discutir, dialogar, aconsejar, buscar una persona que pueda contribuir lo más eficazmente posible a la conducción del negocio de las empresas. Y eventualmente discutir la nómina, simplemente si hubiera razón de conflicto de interés entre el director y la función que tiene que ejercer.
– Ustedes aceptaron a Aldo Ferrer pero cuestionan al economista Axel Kicillof.
– Con Aldo Ferrer la situación era distinta. No había DNU y la ANSeS pidió tener una voz dentro del directorio. Nos pareció que era una persona muy respetable, con una trayectoria clara en el país y con conocimiento del tema siderúrgico. Entonces nos pareció una elección razonable. Este año nosotros nos hubiéramos conformado con Ferrer o con una persona de similar experiencia. No fue el caso y entramos en esta situación.
– ¿Les parece que Kiciloff no reúne los antecedentes para estar en el directorio del grupo?
– No me parece un tema sobre el cual tendríamos que opinar, por lo menos por la información que tenemos. Yo he leído en los diarios declaraciones de Kiciloff sobre la política de las empresas, que dejarían entender que él podría asumir esta posición, que no es la defender los intereses de todos los accionistas. Pero dicho esto, si el DNU es convalidado por el juez, la ANSeS tendría derecho a nombrar a sus directores y nosotros tendríamos derecho de rechazarlo sólo si hubiera un conflicto de intereses o algo muy visible que implique una incompatibilidad.
- Según el Gobierno, un solo director no puede torcer el rumbo de la compañía.
- Yo estoy de acuerdo que ningún director por sí solo no puede hacerlo, pero el tema es de actitud. Si la actitud es la de judicializar cualquier tema de la empresa, se puede paralizar en alguna forma la actividad de la compañía. Peor, esto reduce el valor del activo, la atractividad y el valor de las acciones y de los activos para cualquier inversor nacional, extranjero o lo que sea. Si se crea un clima de agresión a la empresa privada, esto no es positivo para el país.
- ¿Usted cree que el gobierno cambió? En el 2008 la presidenta destacó a Techint como una de las empresas que era un modelo para la Argentina.
- Mire, yo creo que cualquiera que mira lo que ha hecho Techint en los últimos 65 años, desde que mi abuelo se estableció en la Argentina en 1946, a lo que es Techint hoy en la construcción o el petróleo, realmente se la debería considerar como una razón de orgullo para el país. Después, puede haber discrepancias pero no tengo razón para pensar que el Gobierno haya perdido respeto por Techint. Por otro lado, es importante destacar que nosotros más de una vez ofrecimos a la ANSES adquirir la participación en el grupo. Porque, en definitiva, entraron los fondos de pensión y nosotros teníamos jubilados argentinos como accionistas. Hoy, a veces sentimos que estamos teniendo al Gobierno como accionista.
- ¿Eso implica retirar las acciones de la Bolsa?
- No necesariamente. La ANSeS puede decidir vender en el marco de una oferta. La acción de la Bolsa no podemos retirarla si hay un accionista por un 40%, que decimos que tiene acciones y quieren seguir teniéndolas. Lo que hay por parte nuestra es una disponibilidad a comprar el paquete de la ANSeS, o si por razones de equidad tuviéramos que ofrecerlo a todos los accionistas que quisieran vender.
- ¿Hubiera deseado que la UIA u otros empresarios lo respalden en esta disputa?
- Leí con atención la posición de la AEA y de la UIA. Y me parecieron francamente favorables en el sentido de marcar lo mismo que estuve diciendo, la importancia de estabilidad en las reglas de juego. Ignacio De Mendiguren y Jaime Campos han sido muy claros. En esto yo me siento muy respaldado por el discurso de De Mendiguren cuando asumió como presidente de la UIA y le hizo un reconocimiento explícito a Roberto Rocca.
- ¿Teme que el activo de Techint se deprecie después de esto?
- Yo no pondría el tema sobre el valor de nuestras acciones. Obviamente, si hay un clima de negocios hostil el valor de todos los activos se va a deteriorar, desde el valor de la tierra al valor de las acciones. Es muy importante que haya estabilidad en las reglas de juego, previsibilidad de la acción de gobierno para que se pueda mantener un clima favorable de negocios. Si esto no ocurre, yo diría que todos los activos del país irán perdiendo el valor. Entonces, no lo veo como un problema individual.
- ¿Cree que el Gobierno tiene una animosidad especial hacia ustedes y el Grupo Clarín?
- Nosotros no somos accionistas de Clarín ni tenemos casi ninguna área de interés específico de negocios o intereses en ese sentido. Lo que sí, somos un grupo que cree que el desarrollo, el futuro de un país, la creación de un clima de negocios favorable dependen del funcionamiento eficaz de las instituciones. En las instituciones están la división de los poderes y también la libertad de prensa. Por esto, cuando hay episodios donde sentimos que pueden haber temas que son lesivos a la libertad de prensa en los ámbitos gremiales en los cuales estamos, y sin pretender hacer política, que es algo que Techint nunca hizo, nosotros estamos casados con un país, no estamos casados con ningún gobierno.
- ¿Cree que el gobierno de Cristina Kirchner es anti empresa?
- No. El gobierno de Néstor Kirchner, y luego el de la señora Kirchner contribuyeron a reponer a la Argentina en una senda de crecimiento y fue necesario mucho coraje. Techint lo reconoció en muchos aspectos. Ahora, nos parece que gradualmente se ha introducido discrecionalidad en la relación con el campo, con el sector energético, en algunas de las políticas industriales, que yo no definiría anti empresa, pero que definiría que no ayuda a la previsibilidad de las reglas de juego.

martes, 3 de mayo de 2011

Con Siderar suspendida, el Merval volvió a caer


En otra jornada con un escaso nivel de negocios, el Merval finalizó con una caída de 0,59%, hasta situarse en las 3.375,34 unidades, mientras que los títulos públicos experimentaron rendimientos dispares.

El total negociado en acciones ascendió apenas a $ 28.550.689, con un balance de 42 papeles en baja, 21 en alza y 12 sin registrar cambios en su cotización.

“Fue un día bastante tranquilo, con un volumen operado muy bajo otra vez. Lo que se vio es algo similar a lo que viene ocurriendo en las últimas semanas, con los mercados emergentes más débiles respecto a los desarrollados”, explicó Diego Martínez Burzaco, portfolio manager de Puente, en diálogo con Cronista.com.

“Hoy por hoy, el flujo de dinero está orientado más en los mercados desarrollados, a la espera que la recuperación de esos países sea mayor en las próximas semanas y así poder aprovechar luego esa coyuntura positiva”, remarcó Burzaco.

Finalizaron con signo negativo las acciones de: Aluar (0,75%), Petrobras Brasil (0,77%), Hipotecario (0,78%), Macro (0,62%), Edenor (1,36%), Francés (1,71%), Ledesma (0,67%), Mirgor (0,68%), Molinos (0,90%), Pampa Energía (0,75%), Petrobras Argentina (3,28%), Transener (2,14%), Tenaris (2,80%) e YPF (2,49%).

Como contrapartida, los papeles de Patagonia y Galicia avanzaron 0,19% y 0,55%, respectivamente.

Sin embargo, la suba más destacada la experimentó Telecom Argentina, que saltó 3,14% luego de confirmar que obtuvo resultados mejores a los esperados por el mercado durante el primer trimestre del año respecto al mismo período de 2010.

"Las acciones de Siderar, por su parte, siguen transitoriamente suspendidas hasta nuevo aviso", recordó.

“De todos modos, el outloook de las economías emergentes sigue siendo muy positivo. En el segundo trimestre del año, si se definen algunas incertidumbres podrían recuperarse de las caídas que experimentaron en este primer trimestre”, puntualizó.

Siderar reclama que la "dejen en paz" y analiza la compra de la participación estatal


Lo solicitó el director general de la metalúrgica, Martín Berardi. El empresario confirmó que el Estado recibirá $393 millones por el pago de dividendos

El director general de Siderar, Martín Berardi, aseguró este martes que cuando una compañía está en un "circulo virtuoso" hay que "dejarla operar y que su directorio trabaje en paz" y no descartó una oferta para comprar la participación que el Estado posee en la firma a través de acciones de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).



"Hay que dejarla operar y que el directorio trabaje en paz por el crecimiento de la compañía y de toda la región", remarcó el ejecutivo en declaraciones a Radio 10.

Al respecto, agregó que el diferendo con el gobierno nacional "es un tema de fondo importante" que plantea "un cambio en las reglas de juego" y debe ser dicutido en el Congreso de la Nación.

"Este proceso ha sido un proceso extraño", calificó Berardi, para luego reconocer que la firma podría ofrecer la compra de la participación estatal para poner fin a la polémica con el Gobierno: "Estamos dispuestos a comprar la parte de la ANSES si (el Estado) la quiere vender".

La empresa Siderar confirmó el lunes que procederá al pago del dividendo en efectivo por $1.511 millones, luego de una aclaratoria del juez de la causa, Hernán Diego Papa, que establece que la firma "puede desafectar la suma dineraria" a tal fin.

Así lo informó la compañía siderúrgica a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, una hora después del cierre de la rueda de operaciones, en la que tuvo suspendida su cotización.

En este sentido, Berardi confirmó que el Estado recibirá $393 millones por el pago de dividendos que aplicará la compañía, lo que representa un 26% del total.

lunes, 2 de mayo de 2011

En un mercado cada vez más polarizado, se puede ganar hasta casi 40% o perder un 20 por ciento.


Con el último día de abril concluye un cuatrimestre en el que se sumaron una serie de acontecimientos que pusieron una vez más a prueba los nervios de los operadores en los diferentes mercados.

El lapso comprendido entre fines del año pasado y el mes que acaba de concluir se caracterizó por:
La crisis desatada en Medio Oriente, que incluyó caídas de gobiernos que llevaban varias décadas en el poder; intervención militar aérea de la OTAN en Libia;
El terremoto, tsunami y posterior crisis nuclear en Japón;
La crisis financiera en Europa a raíz de la situación terminal de Portugal.

Este cúmulo de sucesos, tan diferentes entre sí pareció tomarse un respiro a lo largo de la primera quincena de abril, pero luego todo comenzó a complicarse de nuevo, tanto en el orden externo como en el interno.

En el primero de los casos, se destaca la suba de la tasa de interés dispuesta por el Banco Central Europeo, que impulsó un alza de su moneda frente al dólar, que actuó como un disparador que desestabilizó algunos mercados.

A ello se sumó el agravamiento de la crisis de Grecia, que provocó un fuerte incremento de los riesgos de default que, en algunos casos, tocaron niveles cercanos al 30%.

Basta mencionar estas dos situaciones para trazar un panorama en el que la aversión al riesgo avanzó en forma sostenida, afectando la evolución de las principales variables y favoreciendo a otras, que suelen actuar como refugio de valor en situaciones de conflicto, como es el caso del oro y la plata.

Claro está, que el signo del impacto de estos factores estuvo dado en función de las características de cada uno de ellos.

Así, mientras que el precio de algunas commodities, como el maíz, el petróleo o la plata subieron con fuerza, otras, como la soja o el azúcar, se vieron afectadas por estimaciones de una menor demanda proveniente de Asia.

En cuanto a los recintos bursátiles, el mercado prácticamente se partió en dos: por un lado, se produjo una fuerte apreciación de las bolsas europeas y de Wall Street, en tanto que las plazas emergentes mostraron caídas de diversa magnitud.

Estos movimientos responden claramente a lo que se denomina el "vuelo a la calidad", una suerte de metáfora que simplemente expresa que ante una mayor incertidumbre, los inversores, lisa y llanamente, venden sus posiciones más volátiles y se concentran en aquellas de bajo riesgo.

En el orden local, el hecho más destacado fue la decisión del Gobierno de colocar directores en empresas en las que la ANSes posee paquetes accionarios.

En tal sentido, el enfrentamiento con la empresa Siderar pareció convertirse en un "leading case" que, para beneficio del mercado, no pasó de ser una cuestión puntual.

Al respecto, el analista Julián Siri, de Maxinver, sostuvo que "abril se movió principalmente a la par de las noticias políticas locales. El nerviosismo de los operadores se generó a partir de la decisión oficial de ingresar a los directorios de las compañías".

"El mercado dividió a éstas últimas en dos grupos bien diferenciados: las que se enfrentaron a la medida y a la forma de distribución de dividendos y aquellas que prefirieron un perfil bajo y acordaron sin mayores objeciones", agregó Siri.

El efecto sobre el Merval
El Merval no pudo quedar exento de este movimiento, ya que al cierre del período contabilizó una caída del 3,2 por ciento.

Si se analiza su evolución mes a mes, surge que durante enero el mercado se desenvolvió con un comportamiento levemente creciente, pero a partir de los sucesos de Libia y Japón, se sumó a la tendencia de los mercados emergentes, hasta el fin de la primera quincena de marzo.

A partir de ese momento, intentó una recuperación que tuvo poco vuelo, pues se agotó en la primera semana de abril.

Con posterioridad, el mercado accionario local ingresó en un período de marcada volatilidad que se mantuvo hasta el cierre del mes.

En opinión de Cristian Reos, analista de Allaria Ledesma, "los activos argentinos, al igual que el de los países emergentes, crecieron con fuerza en 2010. Sin embargo, en lo que va de 2011 los resultados no son tan positivos".

"La razón debe buscarse en el accionar de los grandes inversores globales, que se han volcado nuevamente a los mercados de los países desarrollados", sostuvo Reos.

Según Martina Gallardo, Responsable de Research de Arpenta, "en lo que se refiere a las acciones, podemos decir que desde diciembre y enero hasta la fecha, se han observado varias correcciones".

"La incertidumbre en el plano internacional hizo que el mercado sea mucho más selectivo. Es por eso que vemos que papeles como Mirgor están llegando a máximos históricos mientras que los bancos están lateralizando ganancias", agregó Gallardo.

"Desde noviembre de 2010 el volumen se ha ido reduciendo, como consecuencia de la falta de noticias positivas. La excepción fueron los papeles de las firmas ligadas a las commodities petroleras como Tenaris", sostuvo la experta de Arpenta.

En este contexto, quizás el hecho más llamativo dentro del Merval, es la enorme brecha que existe entre las acciones que más ganaron y perdieron en lo que va del año.

Entre las primeras se destacan claramente la autopartista Mirgor, que avanzó un 38% y Comercial del Plata, que ganó el 26 por ciento.

Un renglón más abajo se ubica Molinos y Ledesma, que aprovecharon el viento de cola que impulsó a las materias primas alimenticias.

En sentido inverso, se registraron caídas del orden del 20%, como es el caso de los bancos Hipotecario y Macro, seguidos por Edenor y Celulosa, que perdieron alrededor de un 14,5% en promedio.

domingo, 1 de mayo de 2011

Alertan que el crecimiento en la industria no se traduce en nuevos puestos de trabajo


Según Ecolatina, por cada punto que se expande la actividad, la creación de empleos es menor. Este fenómeno es notorio en el sector privado formal

El empleo privado sufrió una caída en 2009, pero el fuerte repunte de la actividad en 2010 permitió recomponer los puestos de trabajo perdidos durante la crisis.

Sin embargo, la performance del mercado laboral no luce brillante.

Desde Ecolatina destacan que la elasticidad empleo-producto ha disminuido significativamente. Por cada punto de crecimiento de la actividad la creación de trabajo es menor y este fenómeno es notorio en el sector privado formal.

"El crecimiento en la industria no se está traduciendo en nuevos puestos de trabajo. Por lo que habría aumentado la productividad, aunque no exclusivamente del factor trabajo pues también se realizaron inversiones de capital", alertaron.

Para explicar la asimetría en la performance de ambos factores (trabajo y capital) es clave la diferencia en el costo de los mismos. La elevada inflación local con estabilidad del tipo de cambio nominal abarata la adquisición de bienes importados al tiempo que encarece los salarios en dólares.

"La realización de grandes proyectos de inversión en la industria durante los últimos años fue escasa, por lo que el empleo tampoco fue traccionado por la puesta en marcha de nuevos proyectos", dispararon.

La carrera entre precios y salarios con ancla nominal del tipo de cambio seguirá fomentando la misma dinámica, ralentizando una mejora significativa del empleo industrial.

El dólar no para de caer, ante la mirada “triste” del Gobierno de los Estados Unidos


El dólar alcanzó el jueves su nivel más bajo desde agosto de 2008, pero las autoridades de Estados Unidos aún no intervienen para detener la caída.

En los últimos días, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, han expresado públicamente su deseo de contar con un dólar fuerte. Sin embargo, casi no hay indicios de un cambio en la política de la Fed o del Tesoro, o en las condiciones económicas subyacentes, que pudieran alterar la trayectoria descendente del dólar.

La moneda ha retrocedido casi 9% en lo que va del año ante una canasta de las monedas de los principales socios comerciales de EE.UU.

Si bien Bernanke reiteró en su primera conferencia de prensa el miércoles que quería un dólar fuerte, la Fed ha dejado en claro que mantendrá las tasas de interés en un nivel muy bajo por ahora.

La decisión del banco central de no alterar las tasas, anunciada en los precisos momentos en que otros bancos centrales comienzan un ciclo de ajuste, llevó a muchos inversionistas a vender activos denominados en dólares, según The Wall Street Journal.

Las autoridades estadounidenses podrían estar más preocupadas si el declive del dólar mostrara señales de perturbar a otros mercados financieros, como una caída de las bolsas, o un alza en los precios de los bonos del Tesoro que haría subir las tasas. Aunque hay un riesgo de que esto ocurra, hasta ahora no se ha materializado.

"No veo una gran razón para estar preocupado en este momento desde el punto de vista de Estados Unidos", dijo Edwin Truman, investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional. Refiriéndose a los temores de algunos operadores que temen un desplome del dólar manifestó que "el mercado puede haber comenzado a creer en algo que no tiene mucho sentido".

De todos modos, algunos analistas se están preparando para una caída más precipitada. "La política monetaria laxa en Estados Unidos ha sido positiva para la recuperación post crisis y nos ha comprado mucho tiempo", opinó Kit Juckes, estratega principal para el mercado de divisas de Société Générale en Londres.

"Pero si esto se sale de control, entonces es muy peligroso, y estamos muy cerca de ese punto", señaló, según The Wall Street Journal.

El dólar prolongó su descenso el jueves luego de que el Departamento de Comercio informara que el crecimiento económico alcanzó apenas 1,8% en el primer trimestre y que las nuevas solicitudes de beneficios de desempleo se incrementaran la semana pasada.

El euro se mantuvo en u$s1,48, una leve alza respecto a la jornada anterior, en tanto que el dólar cayó a 81,57 yenes. La demanda por la deuda del gobierno estadounidense aumentó, lo que hizo caer el rendimiento del bono a diez años a 3,316%.

Las bolsas pasaron por alto los débiles datos económicos y el Promedio Industrial Dow Jones subió 72 puntos, o 0,6%, para llegar a los 12.763,31 puntos.

Varios factores conspiran contra un buen desempeño de la moneda estadounidense. Uno es que EE.UU. está creciendo mucho más lentamente que otras economías y el capital tiende a ir a donde los retornos son más altos. Desde que comenzó la recuperación, a mediados de 2009, EE.UU. ha crecido a una tasa anual promedio de 2,8%, muy por debajo de las economías en desarrollo y un ritmo cansino incluso con respecto a anteriores recuperaciones estadounidenses.

La política de crédito fácil de la Fed, mediante la cual el banco central ha estado inyectando dólares al sistema financiero para mantener las tasas de interés bajas, ha causado que muchos inversionistas trasladen su dinero a economías que ofrecen mayores retornos.

Los inversionistas, asimismo, están preocupados por el alto déficit fiscal estadounidense. Aunque los demócratas y republicanos concuerdan en la necesidad de abordar el problema, las soluciones que proponen son muy distintas.

Incluso si las autoridades estadounidenses quisieran apuntalar al dólar, disponen de herramientas limitadas y sus posibilidades de éxito en estos momentos son escasas. Una forma de hacer subir la moneda es elevar las tasas de interés para captar mayores flujos de inversión. Sin embargo, un alza de tasas podría desacelerar la economía y Bernanke dejó en claro que no quiere seguir ese camino.

Una intervención directa en los mercados cambiarios complacería a muchos países, como los europeos y los latinoamericanos, preocupados por el alza de sus monedas. Sin embargo, las condiciones que ameritan una intervención, como una caída libre del dólar y oscilaciones drásticas en otros mercados, aún no se presentan, dijo Truman.