sábado, 17 de julio de 2010

Cayó el consumo en EE.UU. y perjudicó al precio del crudo


El barril de crudo de Texas cayó hoy 0,8% a u$s 76,01, y terminó la semana con una pérdida acumulada del 0,1%, al percibirse una actitud más pesimista de los consumidores de Estados Unidos en torno a la economía.

El descenso en el precio del crudo fue una vez más al unísono con la marcada tendencia bajista que imperaba en el mercado bursátil neoyorquino, debido en gran medida al fuerte descenso en la confianza de los consumidores estadounidenses que se percibe en este mes y a algunos resultados empresariales poco alentadores.

El índice de confianza que elabora la Universidad de Michigan se situó en julio en 66,5 puntos según cálculos preliminares, el nivel más bajo desde agosto pasado, comparado con los 76 puntos de junio.

Datos de ese tenor tienden a alentar expectativas de una menor demanda de combustibles y por consiguiente suelen presionar a la baja a los precios del crudo y de otros productos derivados.

La Reserva Federal también se mostró esta semana más cauta en sus previsiones de crecimiento de la economía de EE.UU. este año y prevé un avance de entre el tres por ciento y el 3,5%, dos décimas menos en ambos casos a lo que pronosticó en abril.

viernes, 16 de julio de 2010

Suben las bolsas europeas impulsadas por British Petroleum


Las bolsas europeas registran ganancias, aunque contenidas por los descensos de las acciones de bancos mientras los inversores se preparaban para los resultados de Bank of America y Citigroup.

Las acciones de British Petroleum (BP) suben un 4%, luego de que la petrolera anunció que había tapado un pozo dañado que provocó un desastroso derrame de crudo en aguas del Golfo de México.

Entre los índices locales, el Ftse de Londres gana un 0,81%, el alemán Dax un 0,44%, el CAC 40 de París bajan un 0,58% y el Ibex de Madrid 0,49%.

Pese al repunte de hoy, la acción aún acumula una caída del 37% desde que comenzó el derrame.

En tanto, las acciones de bancos perdían terreno. Banco Popolare cae un 1%, y Credit Agricole un 0,3% luego de que ambas acciones iniciaron la sesión en territorio positivo, mientras los inversores se preparaban para ver si Bank of America y Citigroup confirman la tendencia positiva en el sector iniciada por JPMorgan el jueves.

jueves, 15 de julio de 2010

Bonos: el riesgo argentino no se evapora con la suba de la calificación


La calificadora de riesgo Fitch decidió elevar la calificación de la deuda argentina a categoría “B” para las emisiones nominadas en divisas a largo plazo tras haberse completado el proceso de canje de los compromisos defaulteados por casi 70% de aceptación. Si bien la noticia disparó (el verbo queda grande) una suba generalizada en la renta fija local, bien vale preguntarse si resulta tan relevante la decisión de la agencia para los inversores.

En este sentido, un cambio en la calificación puede servirle a los inversores para confirmarle que los bonos de Argentina –y la Argentina como emisor de deuda- ya no se encuentran en default, lo que es considerado una mejora sustancial respecto de la calificación anterior. De todas formas, la calificación asignada todavía deja a los títulos locales con una etiqueta que identifica claramente que existe un alto riesgo de impago o de que el emisor de esta deuda podría tener problemas para pagarlos en un futuro.

Este es el argumento que toman en cuenta algunos analistas para recomendar títulos “cortos”. Esto significa que, como no existe certidumbre de pago, es preferible optar por bonos con vencimiento cercano en el tiempo. Bajo este argumento, un título que vence en 2012 es preferible a uno que vence en 2017, ya que se descuenta que el Gobierno tiene mayor probabilidad de tener recursos a corto plazo mientras que en el largo, como dijo Keynes, bueno, estamos todos muertos o, en este caso, todos con menor cantidad de recursos… o vaya a saber dónde estamos.

En serio. Los argumentos van en este sentido, incluso en el de “vaya a saber de dónde van a sacar el dinero para pagar los títulos”.

En este sentido, para los analistas consultados, y en base a la calificación asignada, Argentina sigue siendo un emisor de deuda cuyas credenciales -en lo que hace a la seguridad inversora- convive con la de Venezuela y Grecia, dos países con problemas financieros relevantes y declarados.

Esto no tiene que ver estrictamente con la falta de recursos, sino que se toma en cuenta las “señales” que se dejan trascender desde el emisor de la deuda, en este caso, del Gobierno. Así, y a modo de ejemplo, si las reservas del Banco Central debieran ser utilizadas para “respaldar el valor de la moneda” y, en cambio, son utilizadas en forma discrecional para cancelar deuda y otros menesteres menos claros pero más urgentes, entonces un inversor puede suponer que dentro de unos años, cuando deba recibir buena parte de los pagos del bono que mantiene en cartera, “habrá que ver de dónde piensa sacar el Gobierno los recursos” o “si quedan recursos una vez utilizadas las reservas”.
Por otro lado las calificadoras de riesgo vienen siendo cuestionadas a partir del relevante y aciago papel que tuvieron en la concepción de la crisis subprime de los Estados Unidos, donde prefirieron pensar que el emisor era más importante que el producto que emitía y así olvidaron mensurar en forma equilibrada el riesgo del emisor y el riesgo del producto. En rigor, descontaban que a pesar del riesgo del producto, siempre se iba a contar con el respaldo del emisor, algo que no sucedió y que derivó en la crisis financiera global.

Así, una suba en la nota debiera no tener una relevancia importante. Los bonos argentinos siguen siendo riesgosos, y una suba en la calificación no cambia necesariamente la visión de los inversores.

miércoles, 14 de julio de 2010

Bonos cotizan dispares. El riesgo-país cede 1,5%


El Discount en pesos retrocede 0,5% y en dólares gana 0,8%. El Boden 2015 pierde 0,2% y el Global 2017 está sin cambios. El cupón del PBI avanza 0,6%. El indicador de JP Morgan desciende a 729 puntos. El índice Merval sube a 2316,07 unidades.

La bolsa porteña sube en una sesión de pocos negocios y atenta a los mercados externos, tras datos negativos de la economía de Estados Unidos y a la espera de las minutas de la última reunión de la Reserva Federal de ese país.

Operadores dijeron que el volumen de transacciones era bajo por la poca participación de inversores institucionales.

"El Merval se presenta errático, ya que sigue la ausencia de inversores institucionales", dijo Juan Diedrichs analista de Capital Markets Argentina, quien agregó que "el mercado de bonos luce tranquilo tras las interesantes alzas de días previos".

Diedrichs afirmó que el mercado "luce expectante al plano internacional, con respecto a las minutas de la Fed (que se darán a conocer esta tarde) y a la economía de Estados Unidos".

Deuda de bancos españoles con el BCE marca récord en junio


La deuda de las entidades financieras españolas con el Banco Central Europeo (BCE) alcanzó 126.300 millones de euros en junio, el monto más alto de la historia.

Esta cifra supone un incremento del 78,6% respecto de los 70.703 millones de junio de 2009, y de 47,5% en comparación con los 85.618 millones de euros que los bancos debían en mayo.

El importe de junio es el mayor registrado hasta ahora en la serie histórica del Banco de España, que data de 1999. Los analistas consultados por Europa Press señalan que los mercados aún “siguen cerrados”, y que los bancos tuvieron que acudir al BCE.

Este monto representa el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al BCE, como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les concedió previamente.

martes, 13 de julio de 2010

Wall Street afianza su alza del día gracias buenos datos corporativos


La bolsa de Nueva York operaba en alza y sus principales indicadores subían más de 1% al promediar la rueda de hoy.

Según datos de la agencia Bloomberg, el Dow Jones Industriales subìa 1,47%, equivalente a 150,08 unidades y se ubicaba en 10366,35 puntos.

Al mismo ritmo del mercado el Standard and Poors subía 1,27% y el indicador del mercado tecnológico, el Nasdaq, avanzaba 1,50%.

Sacan a la Argentina de zona de default y resurge emisión de un bono en el exterior


La agencia de calificación Fitch (una de las tres más importantes a nivel mundial) elevó ayer la nota de la deuda argentina y la sacó de la categoría de default, lo cual reforzó la visión más optimista del mercado sobre el país que ya se venía esbozando en las últimas semanas. Tras conocerse la noticia, los bonos argentinos tuvieron otra jornada favorable lo que dejó al Global 2017 cerca de la tasa objetivo que se autoimpuso el Ministerio de Economía para intentar salir a emitir un bono en el exterior.

En las últimas dos semanas el precio del Global 2017 subió 8% y ayer cerró con una tasa del 11% anual. Está a sólo 100 puntos básicos de ubicarse a un dígito, lo que según esbozó el propio Gobierno, sería un interés aceptable para colocar un título a nivel internacional.

Como adelantó El Cronista en su edición del 25 de junio, era altamente probable que tras el canje de deuda concretado recientemente algunas agencias de calificación mejoraran la nota de la Argentina. Fitch elevó de “RD” (default restringido) a “B” la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera, mientras que las obligaciones en moneda local subieron a “B” desde el “B-” que tenían previamente.

Fitch sostuvo que la nueva calificación “representa un paso positivo hacia la normalización de la relación de la Argentina” con sus acreedores y con los mercados financieros internacionales. Subrayó además que a través de los canjes instrumentados en 2005 y el mes pasado, el país retiró del mercado más del 92% de los bonos que cayeron en default a principios de 2002. La adhesión al canje de deuda que cerró hace un par de semanas ascendió finalmente al 70,2%.

Sin embargo, la agencia de calificación recordó que permanecen en default casi u$s 6.000 millones de dólares, en su mayoría en poder de fondos buitres que litigan contra el país en tribunales internacionales. Pero estimó que las necesidades de financiamiento que enfrenta el Gobierno en los dos próximos años “parecen manejables”, en particular por los fondos obtenidos a través de préstamos otorgados por distintas dependencias oficiales y por el uso de las reservas de libre disponibilidad.

Otra de las agencias de calificación, Moody‘s, está también reevaluando la nota de la Argentina y podría anunciar una mejora en las próximas semanas. Mientras que Standard & Poor‘s ya adelantó que por el momento no hará cambios en la escala que le asigna a la deuda de la Argentina.

“El nuevo bono Global 2017 captura cada vez más miradas de los inversores, ya que se encuentra en los niveles de rendimientos más reducidos desde su lanzamiento. Esto se debe a que actualmente orilla una tasa del 11%, que achica a apenas 100 puntos básicos el spread respecto al objetivo de volver a los mercados internacionales a un costo de un dígito, requiriendo para ello una suba adicional de tan sólo el 5%”, indicó el Estudio Ber en un informe emitido ayer.

“Esperamos que en caso de extenderse la estabilización del clima internacional, las autoridades puedan lanzar una emisión relámpago aprovechando dicha ventana”, agregó la consultora que dirige Gustavo Ber.

La intención del Gobierno es concretar antes de fin de año una colocación internacional del Global 2017 por un monto que estaría en torno a los u$s 1.000 millones. Según afirman desde los pasillos oficiales, ello no responde a una necesidad de caja imperiosa sino a la intención de comenzar a recomponer el mercado de deuda para la Argentina.

Suben las bolsas europeas a la espera de resultados corporativos


La mayoría de las principales bolsas europeas cotizan en equilibrio o con alzas moderadas, a la espera de los resultados corporativos en Estados Unidos y en España.

Así, a media sesión, el británico FTSE 100 sube un 1,52%; el alemán DAX avanza un 1,40%; el francés CAC 40 gana un 1,63%; y el Ibex 35 suma un 1,15%.

Las bolsas europeas ganan terreno durante la jornada de hoy, extendiendo ganancias a una sexta sesión, después de que el productor estadounidense de aluminio Alcoa diese buen comienzo a la segunda parte del trimestre de ganancias estadounidenses, con la petrolera BP extendiendo recientes ganancias.

En tanto, la bolsa de Madrid repunta hoy ante la reciente confianza en los bancos españoles por la perspectiva de unos resultados favorables en las pruebas de tensión que daban lugar a un mejor comportamiento bursátil. BBVA añadía un 2,11% a su cotización, y Santander ganaba un 1,71%.

lunes, 12 de julio de 2010

Fitch sube la calificación de Argentina tras el canje de deuda


La agencia Fitch subió el lunes su calificación de la deuda argentina después de que el país completó el mes pasado un canje de deuda en incumplimiento.

La calificación de Argentina quedó ahora en ‘B‘ desde una anterior de ‘RD‘, siglas en ingles de ‘default restringido‘.

Pese al alza, la nueva calificación está cinco escalones dentro de la escala de ‘deuda basura’

Europa estudia crear un fondo de rescate de 20.000 millones de euros


La mayor entidad financiera italiana, UniCredit, mantuvo contactos con Deutsche Bank, BNP Paribas y Banco Santander para la creación de un fondo de rescate de 20.000 millones de euros, dijo hoy a Reuters una fuente cercana a las conversaciones.

La aceptación de la idea - que podría ascender al equivalente a unos 25.000 millones de dólares- fue “por lo general favorable, pero aún tienen que decidir”, dijo la fuente.

El fondo propuesto sería para aquellas entidades que los reguladores consideren viables.

La propuesta podría agrupar a unos 20 bancos internacionales y es una alternativa al plan para la aplicación de un impuesto bancario, dijo la fuente.

domingo, 11 de julio de 2010

¿Europa está haciendo todo mal?


BARCELONA - Los países en la llamada “periferia” de la eurozona (Grecia, España, Portugal, Irlanda y tal vez algunos otros) necesitan llevar a cabo ajustes complementarios que se suelen discutir por separado pero que, en realidad, deben abordarse de manera conjunta. De hecho, para sanear estas economías, se necesitan tres tipos diferentes de ajustes: entre la eurozona y el mundo, entre la periferia y el centro de la eurozona y entre deuda e ingreso en los países periféricos altamente endeudados, particularmente Grecia.

Las soluciones en cada caso son tan claras como compleja su implementación. Primero, para aliviar la presión en los países periféricos (al menos en parte), la eurozona debe exportar algunos de los ajustes necesarios a través de una depreciación significativa del euro, cosa que ya está sucediendo. Este es el ajuste entre la eurozona y el mundo.

Segundo, para recuperar competitividad, el ajuste entre la periferia y el centro de la eurozona exige achicar el diferencial de inflación que se acumuló durante la bonanza de flujo de capitales previa a 2008. En países como Grecia y España, esto representó aproximadamente el 14% del PBI tras el lanzamiento del euro.

Último pero no menos importante, el ajuste entre deuda e ingreso se puede ver favorecido, con el tiempo, por una mayor inflación general en la eurozona. Pero cada vez resulta más evidente que alinear la carga de la deuda con las capacidades de pago de los países en problemas requiere, al menos en algunos casos (sobre todo en Grecia, nuevamente), un proceso ordenado de reestructuración de la deuda.

Hasta el momento, los estrategas políticos europeos han optado por hacer precisamente lo contrario en cada frente. Han intentado inflar el valor del euro, aunque los mercados monetarios lo han desestimado por considerarlo mera retórica política, y rápidamente están llevando al euro hacia un equilibrio.

De la misma manera, la Unión Europea ha intentado disipar las dudas sobre la inminencia de una reestructuración de la deuda soberana griega y de otros países estableciendo un fondo de estabilidad razonablemente grande (y aportando 250.000 millones de euros de compromisos del FMI todavía inexistentes). Esta acción no estaba tan destinada a proteger a los países periféricos de una corrida de mercado como a “rescatar” a los prestadores privados.

Como era predecible, los prestadores vieron más allá de los anuncios y entendieron la inviabilidad de los recortes fiscales subyacentes. Bloomberg informa que, en una encuesta reciente de inversores globales, el 73% dijo que un impago griego era probable. En estas circunstancias, posponer la reestructuración sólo perpetúa la desconfianza en los bancos europeos con exposiciones soberanas opacas, y en los mercados financieros en general -más o menos de la misma manera que la incertidumbre sobre la exposición a obligaciones de deuda colateralizadas condujeron a una crisis de confianza a fines de 2008.

¿Por qué no usar el tan presagiado fondo de estabilidad como la garantía de un plan Brady europeo que pusiera fin a la saga de la deuda soberana? Podría sonar extremo, pero ciertamente sería más eficiente que una hemorragia lenta de fondos de la UE, que conduciría a una resaca de deuda oficial y multilateral que no haría más que disuadir a los prestadores privados junior.

Un plan de estas características también aclararía, de una vez por todas, la magnitud del contagio de los bancos de la UE, los que en definitiva podrían estar a salvo. Lo único que haría falta son los mismos recursos que el Banco Central Europeo hoy está despilfarrando en comprar deuda a la par de países periféricos en problemas -un esfuerzo que no parece estar impresionando a los mercados-. De hecho, los diferenciales sobre los bonos españoles e italianos hoy están más altos que antes de que se implementara el programa del BCE.

Finalmente, los gobiernos europeos parecen estar compitiendo para llevar adelante el ajuste fiscal más drástico. Esta es una solución contraproducente que sólo puede seducir a los analistas de mercado más miopes -y, curiosamente, a un Fondo Monetario Internacional bipolar que, hace menos de un año, abogaba por estímulos fiscales sincronizados precisamente por las mismas razones que una restricción fiscal sincronizada es una mala política para Europa hoy.

En este contexto, el nuevo paquete de austeridad de Alemania es el último elemento, y el más sorprendente, en una secuencia de respuestas desacertadas. La austeridad fiscal en Alemania no va más que a reducir la demanda de productos de la eurozona, y resultar en una inflación alemana menor. Y una inflación menor en Alemania significa que, para achicar el diferencial de inflación, los países periféricos necesitarán un pico de deflación categórico.

En otras palabras, los recortes fiscales en Alemania implican recortes fiscales más profundos en Grecia y España. Se trata de una elección política desconcertante en un momento en que Alemania debería estar usando su espacio de maniobra fiscal y su influencia económica para crear y mejorar la demanda que la Europa periférica necesita para salir de su miseria. Una política de esas características también generaría cierta inflación bienvenida para facilitar el ajuste de precios relativo dentro de Europa.

El año pasado, la cumbre del G-20 en Londres reconoció que la crisis global exigía un gasto coordinado para alejar a las economías del abismo. Quince meses después, Europa y el FMI, al respaldar una restricción fiscal absoluta, no admiten que la crisis europea exige políticas diferenciadas para alcanzar objetivos múltiples y diferentes. Implementar la imprudencia convencional de hoy sólo promete una recesión más profunda y la postergación del día inevitable del Juicio Final.

Copyright: Project Syndicate, 2010.