miércoles, 4 de mayo de 2011

El dólar paralelo: cómo es "la cocina" de un negocio que revivió al calor de los controles oficiales


Desde hace un tiempo a esta parte, se hizo habitual leer sobre las compras de dólares que se realizan por fuera del mercado libre de cambios.

Este circuito, que se mueve en forma paralela al de los bancos y casas de cambio, tiene múltiples nombres.

El más común es el llamado "Blue", "Marginal" o "Paralelo".

Pero, ¿cómo opera realmente? Y, principalmente, ¿por qué existe y cuáles son las razones para que su volumen haya crecido, nada más y nada menos, que un 40% en lo que va del año?

Para entender al mercado paralelo hay que conocer quiénes son sus protagonistas. Es decir, los "arbolitos" y las llamadas "cuevas".

Los primeros son individuos que, en la calle, se ocupan de transformar los pesos, reales y euros de los particulares en dólares, según la necesidad del cliente.

Las "cuevas", a su vez, son los lugares donde se llevan a cabo estas transacciones.

La cotización en el mercado "blue" es siempre mayor a la que exhiben las pizarras de bancos y casas de cambio.

De alguna manera, indica el sobreprecio que está dispuesto a pagar el sector privado por hacerse de billetes pero de manera anónima.

Hoy está casi un 5% por encima del oficial: mientras que en uno se vende a $4.10, en el paralelo debe pagarse un valor que oscila en una franja que va entre los $4,25 y los $4,30.

La reciente proliferación de "cuevas" y "arbolitos" ha hecho que, en la actualidad, se torne relativamente sencillo adquirir dólares en la city porteña por fuera de los controles oficiales, cada vez más intensos.

¿Cómo se fija el precio?
Al revés del dólar que se negocia en las casas de cambio y bancos de todo el país, en el que la transparencia viene a ser la principal "virtud" (pues todos pueden saber el precio consultando simplemente las pizarras), en este segmento la determinación de su cotización es "más artesanal".

En tal sentido, quien toma una operación de compra, a pedido de un cliente, lo que hace básicamente es consultar vía telefónica a quien es su proveedor de divisas "blue".

Este, en base a la mayor o menor demanda de ese día, le da el valor de mercado.

El principal volumen lo concentran las llamadas "líneas directas" que, por lo general, en un extremo encuentra a los corredores de cambio (en la práctica son los que establecen las pautas del mercado).

A partir de un valor de referencia, el resto de los operadores fijan sus cotizaciones, agregando una comisión que suele rondar los 0,10 centavos por dólar.

¿Quiénes "asustan" con los controles?
Cuando se compra más de u$s 1.000 en una casa de cambio, es obligatorio llenar un formulario indicando tanto el destino que se le dará a ese dinero, como así también el origen de los fondos.

Hay algunas firmas que limitan las compras mensuales a u$s3.000 por individuo.

En el caso de las empresas, mas allá de mostrar las justificaciones correspondientes, "si la transacción es por un monto importante no es de extrañar que se reciba algún llamado oficial exigiendo explicaciones", afirma un operador bancario.

En tal sentido, tiempo atrás, el controvertido ex ministro, Domingo Cavallo, había disparado una frase que generó todo tipo de polémicas: "Cuando retorne el interés del público por el dólar, es altamente probable que el Gobierno intente restringir las compras, ante lo cual se recrearía un mercado paralelo, de características similares al de los años '80".

¿Existe alguna alternativa para que este mercado se diluya? Para el ex ministro, la única alternativa para que esto se dé es "eliminar totalmente los controles".

"La libertad cambiaria es aquello que hará que desaparezca", explica Cavallo.

Ahora bien, ¿cuáles son las entidades que posan su mirada en las operaciones de compraventa? Básicamente la AFIP, el Banco Central y también la UIF (Unidad de Información Financiera).

En relación a esta última su titular, José Sbatella, ya había señalado en una entrevista con iProfesional.com el objetivo principal de la entidad: "Aspiramos a que el Banco Central continúe con la fiscalización de los sujetos que se encuentran bancarizados".

"El objetivo es lograr que, por un lado, el Central pueda penar a los infractores con las sanciones que establece la Ley Penal Cambiaria. Pero, al mismo tiempo, que sean aplicadas las sanciones establecidas en la Ley Antilavado", destacó.

F : iProfesional.com

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