martes, 24 de mayo de 2011

La brecha entre el dólar de pizarra y el informal se agranda y ya es récord


El dólar sigue dando de que hablar.Es que los analistas de la city porteña ya no miran solamente el valor que exhibe en las casas de cambio.

Saben que éste está controlado y no deparará grandes sorpresas, al menos de aquí hasta las elecciones.

En realidad, lo que hacen es no perder de vista la enorme brecha que se generó entre lo que se paga por él en el circuito oficial y en el paralelo.

Son concientes de que las pizarras muestran lo que el Banco Central quiere que se vea: un valor que, tras haberse estacionado en su nuevo piso -cercano a los $4,10- prácticamente no se mueve o, si avanza, lo hace con pie de plomo.

Es que este período pre-electoral obliga al Gobierno a alejar cualquier temor que pudiere infundir en los argentinos un cambio brusco en su cotización.

"No se puede aspirar a ganar una elección sin mostrar que el dólar está bajo control", sostiene el economista Tomas Bulat.

El analista apunta que "conforme se acerque la fecha, el mercado cambiario no mostrará ajustes significativos que inquieten a los argentinos".

Pero toda esta historia es la que se teje por encima de la superficie. Por debajo, la situación es otra.

Así las cosas, este lunes las pizarras mostraban $4,08/$4,12 para la compra y venta, respectivamente.

Sin embargo, el dato a destacar es que la brecha entre ambos circuitos (el formal y el informal) ya se ubica en su máximo histórico.

En efecto, el "blue" cotiza a $4,34, mientras que el "conta con liqui" a 4,41 pesos.

El siguiente cuadro permite apreciar cómo se ha ido agrandando tal diferencia, a la par de los mayores controles del Gobierno sobre el mercado cambiario y ante la necesidad de inversores y empresas de buscar un mayor refugio en el billete verde, pero alejados de la "lupa oficial".






Hoy, el Banco Central maneja la plaza oficial a gusto, donde regula el mercado "a piacere" y a base de fuertes controles.

No obstante, la influencia que ejerce en la plaza oficial impide que se vea la otra cara de la moneda.

El circuito informal
El mercado marginal "blue" es al minorista, lo que el "conta con liqui" es al mayorista, en lo que a fuga de dólares "en negro" se refiere.

El "blue" no es más que la simple adquisición de billetes por fuera del mercado oficial. Su cotización indica el sobreprecio que están dispuestos a pagar aquellos que quieren evitar que sus nombres queden asentados en las operatorias de compraventa.

El contado con "liqui" (abreviación de "liquidación") es la forma en que las empresas -que necesitan hacerse de volúmenes importantes- obtienen esos billetes y los colocan en una cuenta en otro país, sin tener que pasar por la lupa del Banco Central.

La operatoria se realiza comprando un determinado volumen de bonos con pesos. Una vez adquirido, se los transfiere al exterior y se los revende en dólares.

De esta forma el dinero queda disponible fuera del país y en moneda extranjera.

Sin embargo, existe una variante a esta operatoria que permite hacerse de una diferencia.

Consiste en:
Comprar dólares en el mercado oficial argentino.
Girar ese dinero al exterior.
Adquirir el bono afuera y transferirlo al país, para luego venderlo en la plaza local.

Esta es la forma de capitalizar la diferencia entre el dólar oficial y el "liqui".

En definitiva, esta brecha entre el mercado formal e informal -la más alta de los últimos años- no hace otra cosa que poner de manifiesto la reacción natural del sector privado ante los controles y el mayor interés de particulares y empresas en dolarizar sus tenencias.

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