lunes, 23 de mayo de 2011

Cautela ahorrista: escapan a las inversiones en pesos.


Europa agregó otro ingrediente a la confusión. Le bajaron la nota a Grecia y algunos países de la Unión Europea están mostrando reticencia a participar de nuevos rescates, lo que coloca en una situación vulnerable a Portugal. Los bonos a 10 años de Grecia después de la baja de la calificación de Fitch rinden 17%, el doble de un título argentino que vence en 2016.

Esta es la explicación de la fuerte atracción que hay por los papeles medianos en dólares de la Argentina que todos los días anotan subas. El viernes el Boden 2015 mejoró el 0,60% y el Bonar X el 0,15%. Pero estos bonos en dólares que en el país se compran en pesos, si alguien quiere hacerse de ellos pagándolos en dólares los consigue más barato porque le toman la divisa a $ 4,40. Los inversores saben que no hay riesgos de default y que el Gobierno los pagará puntualmente a su vencimiento utilizando reservas. Por su parte, los cupones PBI en dólares están mostrando esa ventaja sobre los emitidos en pesos y el viernes aumentaron el 0,53%, mientras la emisión en moneda local subió el 0,21%.

No hay dudas de que la economía está dolarizada. Los títulos de la deuda en pesos, en particular los que indexan por el CER, no atraen a los inversores. Son activos para especular; cuando bajan mucho aparece algún comprador de oportunidades que los revende al poco tiempo. Nadie los conserva en sus carteras. Las mediciones del INDEC no son gratis y el costo es la suba del dólar además de una aceleración en la salida de capitales. Demasiado precio para sostener artificialmente la imagen de que la inflación está controlada, que hay menos pobres e indigentes y que la economía crece a cifras chinas. Pero es un año electoral y todo vale.

Entretanto, el dólar «contado con liqui» que se utiliza para fugar capitales cedió 1 centavo a $ 4,40 pero este precio indica que la salida de divisas es muy elevada; supera los u$s 1700 millones mensuales. En el mercado marginal el «blue» siguió a $ 4,335 pero con más ganas de subir que de bajar. El Banco Central tuvo que intervenir en el mercado de contado. Cuando en el Forex-MAE, la plaza mayorista, el dólar tocó $ 4,089 salió a vender en el futuro y en el contado. Logró bajarlo a $ 4,086 y comenzó a recomprar al contado para ver si podía recuperar lo vendido. Lo cierto es que al final de la rueda, si bien hizo adquisiciones importantes, terminó con un saldo negativo de u$s 20 millones. Las reservas bajaron u$s 42 millones a u$s 51.902 millones.

El oro tuvo una interesante recupe-ración que lo volvió por encima de los u$s 1.500 al cotizar a u$s 1.512,30 por onza. También subió el petróleo y arrastró a las materias primas. Lo importante de estas subas es que se produjeron con un dólar en alza frente al euro. Si bien estas noticias no cambiaron el humor de los mercados, ya que Wall Street terminó en baja, permiten esperar con menos pesimismo los datos económicos de esta semana. Hay que tener en cuenta que en los últimos días el panorama de la economía mundial empeoró. Las malas noticias están superando a las buenas.

En la Argentina los inversores siguen el movimiento con cautela. Por eso se negocian montos bajos en la Bolsa y en el mercado de deuda. Los grandes negocios están en los activos en dólares. Hoy la Argentina es un país que se está dolarizando, un dato a tener en cuenta porque cada vez que sucedió esto no le fue bien a la economía.

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