viernes, 19 de febrero de 2010

Gobierno logra que Justicia le habilite uso de reservas

La Justicia habilitará al Gobierno a utilizar los u$s 6.569 millones de las reservas para pagar deudas entre el lunes y el martes de la semana próxima. La Casa Rosada tendrá así el tiempo suficiente para disponer de los fondos, aunque le será imposible cerrar en el corto plazo las operaciones con bonistas, antes que el Congreso avance en el rechazo al DNU del Bicentenario. Esa votación, que declararía la muerte del decreto en ambas cámaras, se hará el 3 de marzo en simultáneo. En Diputados estaba previsto que la sesión fuera el 2, pero el kirchnerismo, sin que medien aún explicaciones, pidió hacerlo un día después, junto con el Senado.

Para entonces, se espera un intento de último momento de Néstor Kirchner por habilitar una negociación con la oposición que salve la crisis institucional que se provocará entre el permiso de la Justicia para utilizar los fondos y el seguro rechazo en el Congreso. Todo el proceso tendrá una instancia previa: la Asamblea Legislativa del 1 de marzo. Con el fallo judicial en la mano, Cristina de Kirchner desembarcará en el Parlamento para abrir el período ordinario de sesiones. Allí, a último momento como es el estilo del matrimonio, se espera que aparezca la oferta oficial para intentar un acuerdo que hoy resulta imposible frente a la mayoría que la oposición logró en las dos cámaras.

Esos mismos bloques opositores ya no tienen ninguna esperanza sobre un posible triunfo en la Cámara en lo Contencioso Administrativo. El macrismo, la Coalición Cívica y la UCR (los tres partidos que primero presentaron la acción de amparo para frenar el DNU) recibieron suficientes señales desde la Justicia para adelantar el sentido que tendrá el fallo de los jueces Jorge Morán, Sergio Fernández y Luis Márquez al habilitar el recurso ante la Corte Suprema, suspendiendo la medida cautelar que congeló el DNU 2.010/09.

Cree la oposición, al mismo tiempo, que en la Corte Suprema los vientos de la judicialización de la política han cambiado, lo que da a los tres jueces de la Cámara algún plafón para jugarse a favor de un fallo que libere las reservas. En el Banco Central ya se frotan las manos: con la misma información preparan todo para alistar el Fondo del Bicentenario para el comienzo de la semana.

Tormentas

Pero hay dos tormentas en el horizonte que aún presagian complicaciones. No está zanjada en el directorio del BCRA la discusión sobre el efecto que podría tener la ratificación del decreto en los embargos que puedan avanzar en el tribunal de Thomas Griesa. El último pronunciamiento de ese juez, levantando la medida cautelar que congeló fondos argentinos depositados en la Reserva Federal en Washington, no alcanza para despejar todas las dudas sobre medidas similares en el futuro cercano.

Es una decisión que Mercedes Marcó del Pont y Miguel Pesce deberán tomar cuando estén habilitados la semana próxima a «apretar el botón» para transferir los fondos declarando así al mundo que la Argentina consagra la doctrina de las reservas excedentes por encima de la garantía mínima de la base monetaria y usa esos activos para pagarles a deudores particulares. Es la señal que esperan otros «buitres» para activar nuevos pedidos de embargo ante Griesa.

El segundo temor involucra al Congreso. La Justicia le dará una ventana al Gobierno de 6 días corridos, antes que las dos cámaras voten el rechazo del DNU. En ese tiempo el Banco Central puede transferir las reservas a las cuentas del Bicentenario, pero difícilmente puede romper récords y realizar todos los pagos previstos por u$s 6.569 millones.

Así de nada vale que la declaración de nulidad del decreto no sea retroactiva y, por lo tanto, toda operación hecha con anterioridad válida. Los dólares transferidos a esas cuentas deberán ser devueltos a reservas si el Congreso avanza antes que sean utilizados.

El kirchnerismo tomó hace 48 horas una resolución que resultó, cuanto menos, extraña. Le pidió a la oposición que postergue hasta el 3 de marzo la sesión prevista para debatir el DNU. Hasta ahora ese avance opositor, con número más que suficiente en Diputados, está preparado para una sesión especial el 2 de marzo. Quizás por querer evitar dos derrotas sucesivas, el oficialismo ahora pretende que Senado y Diputados debatan el DNU el mismo día, concentrando toda la batalla. Contra eso ofrece dar quórum en Diputados y soportar la discusión aunque pierda.

Confirmación

En el Senado todos los opositores ya garantizan 37 votos por la derogación del decreto, lo que hasta ahora confirma que la muerte podría decretarse, entonces, el 3 de marzo. Pero ese día, como se dijo, se iniciará otra pelea que puede derivar en una crisis institucional entre el fallo de la Cámara y la votación.

Es cuando aparece en escena Néstor Kirchner, sospechosamente en silencio hasta ahora en esta pelea. El ex presidente ya hizo saber desde Olivos que dará batalla hasta último momento en el Senado, para pesar de Miguel Pichetto que no sabe con qué herramientas enfrentará a la oposición y a su propio bloque, a quien el martes próximo deberá develar la estrategia oficial.

Para ese día habrá ya pronunciamiento judicial y el comienzo de un ofrecimiento para negociar por parte de la Casa Rosada. Esa opción no puede ser otra que el ofrecimiento de una ley que reemplace el DNU. El broche de oro de esa estrategia se espera para el 1 de marzo, cuando Cristina de Kirchner hable ante la Asamblea Legislativa.

La Presidente lo hará después de haber perdido el control también del Senado, el próximo miércoles, cuando se elijan las autoridades de comisión. La intención, entonces, es mantener la intriga hasta último momento, aunque más no sea para esconder un intento desesperado del kirchnerismo que, esta vez, está creando su estrategia en la medida en que se lo permite la oposición.

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