viernes, 3 de junio de 2011

Manotazo de ahogado: por qué Grecia presenta un nuevo plan pero los inversores ya no le creen


El gobierno griego tiene "un plan". Sin embargo, los analistas se muestran escépticos a que el mismo sirva para resolver los graves problemas de fondo que tiene la nación helénica.

En un comunicado oficial, se informó que recibió el visto bueno a las nuevas medidas de austeridad y privatizaciones con las que pretende reducir el deficit y desbloquear la llegada de nuevas ayudas.

"Se han completado con exito las negociaciones con los representantes de la Union Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)", informo el Ministerio de Finanzas griego

Sin embargo, los analistas sostienen que es apenas un paliativo, que le sirve ganar tiempo, no sólo a ese país sino también a la "troika", que conforman dichos organismos.

Este grupo es el que deberá desbloquear tanto los 12.000 millones de euros, pendientes del primer plan de rescate, como así también el segundo programa de préstamos.


¿En qué consiste esta nueva iniciativa griega? En avanzar más rápido en el programa de privatización y en un ajuste de nada menos que 6.400 millones de euros, incluyendo alzas de varios impuestos.

Las conversaciones entre Atenas y los representantes internacionales terminarían el viernes, tras lo cual el primer ministro griego, George Papandreou, presentará los detalles a Jean-Claude Juncker, presidente del grupo de ministros de Finanzas de la zona euro.


"La troika está evaluando desde hace semanas las necesidades del país. Y tiene que concluir con sus trabajos en los próximos días", aseguró el jueves el portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.

Grecia había acordado, hace apenas un año, recibir un salvataje económico multimillonario, por unos 110.000 millones de euros.

Ahora, ahogado por su situación económica y financiera, está haciendo todos los esfuerzos posibles para obtener un segundo rescate, que podría elevarse a unos 65.000 millones de euros, para así poder financiarse hasta el 2013.

La preocupación por su situación financiera recrudeció después de que la agencia de rating Moody's bajara tres escaños su calificación, marcando un creciente riesgo de que Atenas no tenga otro camino que reestructurar sus pasivos.

"Parece cada vez más probable que se improvise alguna suerte de mega ayuda para tratar de salir adelante, por lo menos por algún tiempo", indicó Nick Stamenkovic, estratega de RIA Capital Markets.

Las autoridades europeas manifestaron sus diferencias respecto a la forma que tendría que dársele a este rescate.

Al menos en apariencia, el BCE se opuso en forma terminante, durante mucho tiempo, a cualquier tipo de reestructuración de la deuda.

El gran temor
En lo que se considera un violento cambio de opinión, la Comisión Europea comenzó a explorar desde hace algunos días la fórmula menos traumática para plantear una reordenamiento de los pagos.

Durante meses, el hecho de tener que postergar los vencimientos era un tema tabú. Pero, poco a poco, el rumbo de los acontecimientos hizo que esta opción vaya ganando adeptos.

¿Qué incentivos se plantean para convencer a los acreedores? Una de las opciones es la de darles un status preferente, un interés más alto o avales como aliciente para comprar bonos que reemplacen a los que vencen entre 2012 y 2014.

Pero más allá de que se los pueda convencer, el gran temor es que una reestructuración griega contagie a otros grandes deudores de la zona euro, incluyendo a España.

No obstante, como subrayó Moody's, incluso un segundo rescate podría no servir para calmar los miedos de que Atenas se vea obligada a una reestructuración de sus pasivos, cercanos a los 330.000 millones de euros (un 150% de su PBI).

Un plan difícil y poco creíble
El acuerdo para un nuevo plan de ajuste que funcionaría hasta el 2014, implicará un mayor aporte financiero proveniente del exterior, según informaron a Reuters fuentes de la negociación.

Pero más allá de los fondos que requiere el país para afrontar sus compromisos existe un problema demasiado grave para resolver.


Sucede que el país vive actualmente una fuerte recesión, muestra un elevado desempleo - que atizan las protestas sociales - mientras que la deuda pública no deja de crecer.

De aprobarse esta nueva iniciativa puede esperarse una escalada de los reclamos de los ciudadanos, habida cuenta de la magnitud de las medidas propuestas. Para tener una idea, entre éstas se incluye:

Nuevos recortes de salarios y pensiones que, para el caso de los empleados públicos, equivaldrían a un salario anual.
La fusión o cierre de entidades estatales improductivas, 75 de las cuales fueron anunciadas este miércoles.
Modificar los contratos de trabajo para bajar el salario de los jóvenes de entre 18 y 25 años.
Rebajar las exenciones al impuesto a la renta.
Incrementar el impuesto a la circulación de vehículos.
Aumentar el precio de algunos artículos de consumo, como los cigarrillos o las bebidas no alcohólicas, entre otros.
Incrementar el precio de los combustibles.
Avanzar en un complejo programa de privatizaciones, supervisadas por los organismos internacionales.

Sobre este último punto, el BCE estima que Grecia tiene al menos u$s420.000 millones en activos públicos y que el plan de privatizaciones le permitiría al gobierno reducir la deuda en un 15 por ciento.

Las medidas son de tal impacto que tanto analistas como inversores descreen que sirvan para llegar a buen puerto, habida cuenta de la grave crisis social que impera en un país que, por otra parte, muestra una economía totalmente debilitada y una deuda exorbitante.

Por otra parte piensan que el nuevo paquete de recortes está destinado simplemente a convencer a la UE y al FMI de que Grecia está dispuesta a achicar sus gastos, de forma tal que ambas instituciones liberen una cuota del primer rescate y pacten nuevas asistencias financieras para el país.

La complicada negociación ha puesto al Gobierno griego entre la espada - de quienes exigen que se apriete más el cinturón - y la pared de una oposición y una opinión pública totalmente reacia a los nuevos recortes.

"Los representantes de la 'troika' no nos dejaron otra alternativa", afirmaron los funcionarios a distintos medios de esa nación.

Los condicionamientos de Alemania
Según un vocero del Ministerio de Finanzas alemán, Grecia debe someterse a ciertos condicionamientos que "resultan un poco duros para los intereses del país".

Las condiciones alemanas son tres:
Que se adopten "medidas adicionales", sobre todo en lo que respecta a política fiscal.
Que se avance a fondo en el plan de privatizaciones.
Que el sector privado asuma su responsabilidad.

"Todavía no puedo decir bajo qué forma", agregó el vocero alemán, pero "si el sector público no da para más, es evidente que los acreedores privados deben participar", subrayó el vocero del ministerio de Finanzas alemán.

En tanto, el economista jefe del BCE, Jürgen Stark, subrayó: "Grecia ha vivido durante varias décadas muy por encima de sus posibilidades y ha aplicado una mala política económica. Un giro de 180 grados es inevitable y doloroso".

No hay comentarios:

Publicar un comentario