miércoles, 14 de abril de 2010

Canje: gestión clave en Italia para convencer a los bonistas

El secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, arribará hoy a Italia para apurar los trámites legales vinculados al canje de deuda. Está previsto que el funcionario mantenga contactos con las autoridades de la CONSOB, el organismo regulatorio del mercado italiano, pero también que se reúna con distintas asociaciones que agrupan a bonistas damnificados por el default de 2001.

Aún hace falta que desde Italia llegue el visto bueno para comenzar con la oferta y lo mismo sucede con Luxemburgo. Pero se estima que a más tardar la semana próxima, no más allá del jueves, llegarían sendas aprobaciones. No obstante, el ministro de Economía, Amado Boudou, aclaró ayer los detalles se conocerán recién cuando todos los organismos regulatorios hayan dado la aprobación para la operación.

En las reuniones que mantendrá con las asociaciones de bonistas, Lorenzino brindará algunos detalles del canje que favorecen al inversor minorista. Esto es clave porque aún quedan miles de pequeños ahorristas italianos que se quedaron con títulos en default.

Boudou se había reunido anteayer con el embajador italiano en la Argentina, Guido La Tella, para interiorizarlo sobre la transacción.

Está previsto que los principales funcionarios del Palacio de Hacienda efectúen un «road show» por distintas ciudades donde hay inversores con títulos en default. Entre los destinos se encuentran, además de Roma, Francfort, Tokio, Londres y Nueva York.

En declaraciones radiales, el ministro de Economía explicó ayer que el Gobierno «está trabajando para que el canje tenga un elevado nivel de aceptación» y se mostró confiado porque «estamos viendo un buen nivel de reacción» ante el inminente lanzamiento de la oferta.

La recepción a la oferta que se consiga en Italia resultará vital para que el grado de aprobación resulte lo más elevado posible. Se estima que en ese país aún quedan unos u$s 3.000 millones en títulos en default. Por lo tanto, resultará fundamental que ingresen para que la aceptación supere el 70% de lo que aún está en cesación de pagos (equivalente a u$s 20.000 millones).

La oferta para los bonistas italianos, y los minoristas en general, quedó diseñada con estas características:

Los pequeños inversores tendrán un tratamiento especial, siempre y cuando el monto por ingresar en el canje no supere los u$s 60.000.

Sólo este grupo podrá optar por suscribir bonos a la Par, es decir, sin quita de capital. Pero también tendrán la opción de elegir el Discount.

También recibirán un bono más corto, con vencimiento en 2013, por el pago en compensación de la mitad de los intereses vencidos entre 2005 y 2009. Los grandes inversores, en cambio, recibirán un título que vence en 2017.

Como el resto de los inversores, además del Discount, también les entregarán nuevos cupones PBI, aunque no se reconocerán los pagos realizados en los últimos años.

Los pequeños bonistas tendrán, además, más tiempo para decidir. La intención es que primero cierre el canje para los grandes fondos, que tendrían unas dos semanas para optar. Y aprovechar el envión de un alto grado de aceptación para terminar de convencer a los pequeños inversores.

Boudou ratificó ayer que «cuando se realice un análisis global, la oferta será peor que la presentada en 2005». Sin embargo, el valor de la oferta será sustancialmente mayor que la de aquel momento, porque se acercará a los u$s 50 contra unos u$s 35 de aquel entonces.

Un dato que alienta a Economía es que hasta el momento no hubo fuertes manifestaciones en el exterior contra el canje, aunque todavía no se conocen los detalles de la transacción.

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