viernes, 19 de junio de 2009

Se entregó un banquero buscado por un fraude de u$s8.000 millones


Se trata del norteamericano Allen Stanford, quien habría cometido los multimillonarios fraudes a través de un banco a su nombre. Comparecerá ahora ante la Justicia de Virginia


Allen Stanford se presentará el viernes ante una corte federal de Virginia para enfrentar acusaciones ligadas a un fraude que involucró a su banco de Antigua, dijeron funcionarios norteamericanos luego de que el multimillonario de Texas se entregó al FBI.

Se prevé que Stanford sea trasladado a Houston tras su aparición inicial ante el tribunal para enfrentar cargos criminales contenidos en una acusación sellada, dijo a Reuters un funcionario federal bajo condición de anonimato.

El promotor de golf y cricket ya enfrenta una acusación civil de la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) por vender fraudulentamente 8.000 millones de dólares en certificados de depósitos con tasas de interés inusualmente altas en el Stanford International Bank Ltd (SIB), con oficinas centrales en Antigua.

Stanford, de 59 años, pasó la noche en una cárcel de Virginia y tenía previsto presentarse el viernes por la mañana ante un juez federal en Richmond, dijo el funcionario federal.

"Se entregó", dijo a Reuters por teléfono Dick DeGuerin, el abogado de Stanford en Texas, luego de hablar con su cliente. "Está bajo custodia del FBI", agregó. El Departamento de Justicia y el FBI declinaron ofrecer comentarios sobre el asunto.

Funcionarios del Departamento de Justicia, incluyendo el fiscal general de Houston, planean ofrecer una conferencia de prensa el viernes en Washington para anunciar los cargos criminales.

Stanford, quien tiene doble nacionalidad de los Estados Unidos y Antigua y Barbuda, negó cualquier ilícito y dijo que, de ser acusado, librará "la pelea de mi vida".

"Si la SEC no hubiera intervenido y destripado una organización viva y fuerte, como lo hicieron, no hay dudas sobre la faz de la tierra de que todos habrían sido compensados y habría dinero de sobra", dijo Stanford a Reuters durante una entrevista ofrecida en abril.

En su caso civil, la SEC acusó en febrero a Stanford, a un antiguo compañero de universidad suyo, y a tres de sus empresas de llevar a cabo un esquema Ponzi o piramidal durante por lo menos una década y de haberse apropiado indebidamente de al menos 1.600 millones de dólares de sus inversores en los Estados Unidos, el Caribe y Latinoamérica.

"Esto comienza a traer un cierre para las víctimas", dijo Jacob Frenkel, un ex funcionario de fiscalización de la SEC, refiriéndose a la acusación criminal. Stanford comenzó a hacer su fortuna en el sector inmobiliario a principios de la década de 1980 y convirtió la firma de su familia en una compañía global de administración de riquezas.

Antes de que la SEC presentara cargos por fraude contra Stanford, su fortuna personal fue estimada en cerca de 2.200 millones de dólares por la revista Forbes.

Tenía casas en Antigua, St. Croix, Florida y Texas. Hasta la fecha, el único ejecutivo ligado a Stanford que ha enfrentado cargos criminales es Laura Pendergest-Holt, la presidenta de inversiones de Stanford Financial Group.

La mujer fue arrestada en febrero por el FBI y más tarde fue puesta en libertad bajo fianza. Pendergest-Holt y James Davis, compañero de cuarto de Stanford cuando asistían a la Baylor University y que sirvió como presidente financiero de la compañía, fueron nombrados en la acusación civil de la SEC.

Davis no fue acusado de actividades criminales y está cooperando con las autoridades federales, aunque su abogado dice que espera que su cliente sea acusado.

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