domingo, 24 de abril de 2011

La Argentina, en el podio de los países con mayor inflación en dólares


Actualmente, la Argentina tiene un preocupante privilegio: ocupa el podio en dos frentes en materia inflacionaria.

En efecto, a la hora de medirla en moneda local, el país está segundo a nivel mundial.

Sin embargo, los "logros" no terminan ahí: en moneda dura, es decir en dólares, también está en los primeros puestos.

Según un informe de la consultora Ecolatina, la Argentina ocupa el primer lugar en el ranking, por encima de Venezuela, con una inflación en dólares del 19,4%, 4 puntos más que la tasa registrada en el país caribeño.

En el ranking le siguen Chile, Brasil y Paraguay, con una inflación que va del 17% al 13%.

Desde la consultora destacaron que "en la mayoría de los países de América Latina la inflación en dólares supera el dígito, pero la suba de los precios internos es acotada. Por caso, Chile presenta una inflación local de 4,5%. y una apreciación de su moneda del orden de 10,7%. Una situación similar se observa en Brasil, México, Uruguay y, en menor medida Paraguay".

Es decir que la suba de precios está controlada pero lo que impacta negativamente es la apreciación de sus monedas.

"En cambio, el caso de Venezuela y Argentina la elevada inflación en dólares no responde a la apreciación de sus monedas sino al alza de sus precios internos.
De hecho, pese a la depreciación nominal de sus monedas, ambos países lideran el ranking de inflación en dólares", destacaron.

Desde la consultora explicaron que "por el alza de las commodities y el elevado crecimiento, la inflación minorista se está acelerando. Para contener la suba de precios y las expectativas, la mayoría de países de la región han ajustado sus tasas de interés en mayor medida que las principales economías del mundo". En última instancia, prefieren perder competitividad por la apreciación nominal de sus monedas y no por el desborde de los precios internos. En cambio, la Argentina optó por un camino diferente.

Andrés Méndez, de la consultora AMF destacó a un matutino que "de todas maneras, el Gobierno dispone de herramientas para manejar esta situación, a través de las licencias no automáticas, por ejemplo, para regular la competencia con los productos importados".

"Hoy no se da una situación grosera como en la época de la plata dulce", aclaró, "pero si este fenómeno de precios se mantiene, la distorsión es creciente", apuntó el analista.

La otra gran diferencia entre la convertibilidad y la plata dulce del período 1976/81 es que este último período se bancó con financiamiento externo. En cambio, hoy se sostiene con los recursos de la cosecha agropecuaria, algo mucho menos riesgoso.

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