jueves, 7 de abril de 2011

La Argentina festeja: el mundo le hace el "trabajo sucio" de debilitar al dólar


En apenas nueve meses, la divisa estadounidense cayó casi un 15% frente a las principales monedas del mundo. A ello se suma el ajuste puertas adentro

El dólar cayó un 14,8% en apenas nueve meses contra las principales monedas del mundo.

El dato surge del índice DXY, creado por JP Morgan en 1973 y que es ampliamente utilizado para medir la fortaleza o la debilidad de la moneda estadounidense.

Para la Argentina, esta debilidad es una excelente noticia: significa ni más ni menos que una devaluación que mejora la situación competitiva, pero sin la necesidad de tocar el tipo de cambio.

Según publica Ambito Financiero, mientras que el dólar se debilitó en el mundo, en el mercado de cambios local subió.

La caída del 14,8% entre junio de 2010 y el arranque de abril de 2011 contrasta justamente con la suba de casi el 3% que tuvo en relación con el peso en el mismo período, al pasar de $3,95 a $4,055 en la cotización mayorista, consigna el matutino.

Se trata, claro, de un ajuste menor, pero que pasa a ser mucho más significativo cuando se compara la debilidad del dólar contra otras monedas.

El índice DXY es una canasta que compara la evolución de la divisa estadounidense con una canasta de seis monedas: euro (57% del total del índice), yen (13,6%), libra (11,9%), dólar canadiense (9,1%), corona sueca (4,2%) y franco suizo (3,6 por ciento).

No conforman esta canasta la mayoría de las monedas de países emergentes, que también mostraron subas más que relevantes en relación con el dólar.

El indicador había tocado el nivel de 88,7 en junio pasado, pero cayó hasta 75,54, su nivel más bajo en los últimos 12 meses, señala el diario porteño en su edición de hoy.

Para registrar un menor valor en relación con el registrado esta semana hay que remontarse a mediados de 2008, antes del estallido de la crisis financiera internacional, cuando llegó a perforar los 72 puntos en la comparación con la canasta de monedas.

La preocupación por el atraso cambiario en la Argentina es cada vez más marcado, ante un dólar nominal que sube muy lentamente, pero una inflación que rondará el 25% por segundo año consecutivo.

La consecuencia es un encarecimiento de los precios en dólares y, por supuesto, de los costos. El tema preocupa especialmente a los industriales, cuyos productos compiten con el mundo.

Sin embargo, este inocultable encarecimiento en dólares debe ser analizado en relación con lo que sucede en el resto del mundo.

La conclusión es que al producirse una apreciación cambiaria prácticamente ningún país escapó a esta realidad. Todos se volvieron más caros, aunque a un ritmo más lento que la Argentina.

Pero la caída del dólar tiene, como en 2008, otro efecto que favorece al país. Sucede que su contracara es el fortalecimiento medido en dólares de los precios de las materias primas.

La Argentina lo aprovechará como nunca con la cosecha de soja, cuyo precio ya supera cómodamente los u$s 500 la tonelada.

La apreciación del euro es sólo uno de los ejemplos de este fenómeno. El miércoles tocó su mayor nivel del año, al cotizar por encima de u$s1,43. Había arrancado el año en 1,30 dólares.

Más relevante aún es lo sucedido en Brasil, el principal socio comercial argentino. El dólar cotizaba en 1,76 real hace un año, ahora apenas lo hace a 1,60. Esto implica que el vecino país se vuelve mes a mes más caro en dólares.

Los impuestos que definió el Gobierno para frenar la entrada de capitales sirvieron de poco y nada para frenar la apreciación cambiaria.

La debilidad del dólar, por otra parte, no deja de ser sorpresiva. Pocos apostaban al arrancar el año que el euro subiría por encima del techo "psicológico" de 1,40. Pero al menos en el corto plazo lo logró.

La franca recuperación estadounidense contrasta, sin embargo, con la debilidad europea (con excepción de Alemania). ¿Por qué, entonces, se produjo la retracción de la moneda norteamericana?

Según Ambito Financiero, una de las explicaciones más razonables es el diferencial de tasas. Mientras que en los Estados Unidos por ahora no piensan en subir los tipos de interés respecto del nivel actual (0 a 0,25%), el Banco Central Europeo hoy mismo podría definir el primer aumento para combatir los signos de inflación.

En los países emergentes esta situación es mucho más notoria. Desde China a Brasil, pasando por Uruguay, definieron subas de las tasas para evitar un recalentamiento económico, es decir crecimiento acompañado de mayor inflación.

Esos mayores rendimientos atrajeron más capitales, impulsando a la baja el tipo de cambio, concluye Ambito Financiero este jueves.

1 comentario:

  1. estoy viviendo hace muy poco en uno de los departamentos en Recoleta, buenos Aires, asi que saber de esta noticia me puso contenta! la verdad esta muy bueno

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