miércoles, 23 de diciembre de 2009

Stop loss.

Una orden stop loss es una orden que nos ofrecen algunos bancos y algunas sociedades de valores para operar en bolsa y que sirve principalmente para fijar un límite de pérdidas a nuestras operaciones. Es nuestro cinturón de seguridad para nuestro viaje bursátil. Es decir, imaginad que compramos un valor a 10 euros y que como mucho queremos perder un 5% (50 céntimos por acción) con esta inversión. ¿Cómo podemos hacer para que nuestra pérdida se limite a esta cantidad sin tener que estar con los ojos pegados a la pantalla viendo las cotizaciones?. Respuesta: Poniendo un stop loss.

Esta orden es una orden que no va directamente al mercado sino que se introduce y se almacena en la base de datos de la entidad con la que operamos. Si el precio de esta acción toca los 9,50 euros la orden stop loss se activa y la sociedad con la que operemos envía una orden a mercado para que venda nuestras acciones. Podemos, por tanto estar tranquilos disfrutando de un día de playa o cumpliendo con nuestras obligaciones laborales; nuestro límite de pérdidas está fijado.

En las estrategias que planteo utilizo en alguna ocasión los términos stop loss al tick y stop loss mental, intentaré explicar las diferencias entre estos dos conceptos.


Cuando hablo de stop loss al tick me refiero al tipo de stop que acabo de explicar, es decir, la orden que das a la sociedad de valores o banco con el que operas para que la ejecute por ti en caso de que el valor toque un determinado precio.

Para evitar movimientos erráticos o puntuales en el mercado, el denominado ruido que se produce en el intradía y las temidas barridas de stops uno puede utilizar además del stop loss al tick el stop loss mental.

El stop mental es un stop loss que cada uno archiva en su mente y que debería cumplir de forma disciplinada.

A una sociedad de valores no se le puede ordenar, al menos de momento, que te venda al día siguiente la acción si el precio de ésta se sitúa cuando cierra el mercado por debajo de 9,50 euros. Sin embargo, uno puede interiorizar esta orden en su cabeza y si algún día observamos que el valor ha cerrado por debajo de los 9,50 euros, al día siguiente podemos vender de forma automática en la apertura.

Las reglas para utilizar este stop mental pueden ser diferentes: Además de la comentada en el párrafo anterior, uno podría vender a mercado en la apertura si el valor cerró ayer por debajo de los 9,50 euros y además hoy ha abierto también por debajo de esta cantidad. También podría uno vender a mercado si son las 17:28 (la Bolsa española cierra a las 17:35) y el valor está cotizando por debajo de los 9,50 euros.

Como hemos comentado el aspecto negativo de poner un stop loss al tick es la volatilidad y los movimientos erráticos y puntuales que se producen en el intradía: El precio al que ponemos nuestro stop loss actúa como una barrera, si el precio se situase tan sólo unos minutos por debajo de ese precio cerraríamos nuestra posición, independientemente de que el valor se recuperase y acabase cerrando muy por encima de este precio. Por otro lado, lo malo de poner sólo un stop loss mental es que si el valor acaba cerrando muy por debajo de los 9,50 euros perderemos mucho más de lo previamente estipulado.

En algunas ocasiones puede resultar interesante colocar los dos stop loss, por ejemplo: uno al tick en 9,10 y otro mental si el valor cierra por debajo de los 9,50 euros. De esta manera, estamos protegidos ante movimientos erráticos en torno a los 9,50 euros y sabríamos con certeza que no perderíamos más de 90 céntimos por acción en la operación planteada.

Tenéis más información sobre los stop loss en la clase número 4 de nuestro curso gratuito de Introducción a la Bolsa y a los Mercados Financieros.

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