viernes, 1 de octubre de 2010

El rescate financiero le costará u$s 70.000 millones a Irlanda

El Tigre Celta hace mucho que se perdió en la noche, pero dejó atrás la cuenta sin pagar. El gobierno irlandés se comprometió a inyectar capital extra en su sector financiero, y se teme que el costo total de salvar sus bancos pueda llegar a 50.000 millones de euros (u$s 68.171 millones), lo que es más de un tercio del ingreso nacional de 2009.

En el último intento por rescatar el sistema financiero, los ministros irlandeses prometieron un renovado ajuste del gasto público que se sumaría a una serie de paquetes de austeridad que ya se lanzaron.

Pese a lo que Brian Lenihan, el ministro de Finanzas de Irlanda, reconoció como el costo “horrendo” de limpiar lo que dejó el estallido del auge económico impulsado por el sector inmobiliario, los mercados de bonos se recuperaron y los funcionarios europeos alabaron los esfuerzos de Dublín por poner un límite a sus problemas bancarios.

Allied Irish Banks, una de las entidades en dificultades, que necesita otros 3.000 millones, volverá a poner a prueba el mercado con una colocación abierta a todos los accionistas. Pero la emisión está suscripta en su totalidad por el Fondo Nacional de Reserva de Pensiones, lo que significa que, de hecho, el gobierno comprará todas las acciones y podría terminar con una participación de 90%.

Ayer Lenihan insistió en que Irlanda no está obligada a recurrir a los mercados de capitales hasta junio del año que viene, lo que le da al país cierto margen para restaurar sus finanzas.

Pese a que el ministro habló de ampliar el ajuste fiscal, los inversores advirtieron que Irlanda podría verse obligada de todos modos a recurrir al fondo de rescate de la eurozona, el denominado European Financial Stability Facility, incluso si logra demorar esta medida hasta mediados del año próximo.

Además, en el mercado algunos también se muestran escépticos con respecto a cómo Irlanda podrá pagar el costo de limpiar su sistema financiero, aunque los funcionarios del gobierno aseguraron que el fondo jubilatorio del país tiene activos por 24.000 millones de euros, que en su mayoría corresponden a activos líquidos o dinero al contado con lo que puede ayudar a sus bancos.

Gary Jenkins, titular del área de investigación sobre renta fija de Evolution, opinó que “esto muestra que Irlanda no es Grecia. La gran diferencia entre Irlanda hoy y Grecia en mayo es que Irlanda cuenta con todos los fondos que precisa, y no necesita volver próximamente al mercado de bonos”.

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